El FSLN usa la retórica revolucionaria para su imagen
Declaró el ex vicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez
MAR MARIN / EFE
MEXICO
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) sólo
conserva de la
revolución nicaragüense la ``retórica ideológica''
porque le conviene dar la imagen
de partido de izquierda, según el ex vicepresidente de Nicaragua
Sergio
Ramírez.
Ramírez, quien presenta en estos días en México
Adiós Muchachos, una
particular memoria del sandinismo, aseguró que los pactos que
fragua el líder del
FSLN, Humberto Ortega, con el presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán,
son
una ``gran equivocación'' y únicamente persiguen negociar
``cuotas de poder''.
Mediante estos pactos, opinó, ``el actual FSLN garantiza a Alemán
la
inmunidad, tanto para los desmanes del pasado como para los del futuro,
con la
esperanza de arrebatar un porcentaje de poder en las próximas
elecciones''.
El ex vicepresidente de Nicaragua (1984-1990) se mostró convencido
de que el
Frente Sandinista no ganará las próximas elecciones y,
al margen de su
distanciamiento con Ortega, estimó que, a la vista de los acontecimientos,
como
``cualquier dirigente sensato debería haberse apartado de la
política''.
El FSLN, según Ramírez, se ha reducido a ``su expresión
más dura'' y ha
iniciado un combate sin sentido contra los disidentes, el cual será
insostenible
en el tiempo.
El ex vicepresidente de Nicaragua está convencido de que el sandinismo
inició
su caída antes de la pérdida de las elecciones, en 1990,
no sólo porque el poder
``lleva su propia semilla de descomposición'' sino porque los
dirigentes del FSLN
se alejaron de la población.
``Tras el triunfo de la revolución fallaron las bases ideológicas,
ahora el caso es
más dramático porque fallan las ideas'', lamentó
el ex dirigente sandinista.
``Un partido que hubiera manejado su ética habría tenido
más fuerza'', dijo
Ramírez, quien no quiere hablar de ``traición'' sino
de un proceso ``antiético e
incomprensible'' que derivó en corrupción y desconfianza.
Paradójicamente, los dirigentes sandinistas olvidaron la más
importante
característica del movimiento, ``la cultura del no tener'',
y contribuyeron a generar
una ``nueva clase de propietarios'' que aún hoy se está
consolidando.
A pesar de los errores, Sergio Ramírez ``volvería a hacer
la revolución'', incluso
con los mismos compañeros de viaje, ``que en este tipo de situaciones
no se
pueden elegir''.
La revolución sandinista constituyó un cambio radical
en la historia del país,
``llevó la democracia a Nicaragua'' y ``ése es un logro
que nadie puede olvidar'',
aseguró.
Ahora, la situación de Nicaragua y de América Latina hace
``inviable'' la vía
armada para la solución de los problemas de injusticia y desigualdad.
Para el ex vicepresidente, la única vía factible en estos
momentos es la
consolidación de las instituciones y las democracias y el fortalecimiento
de la
izquierda.
``La izquierda latinoamericana debe afrontar el reto y la responsabilidad
de unirse
y volver a ganar la confianza y la credibilidad del pueblo para acceder
al poder en
las elecciones, no ya con los planteamientos de la lucha de clases
entre pobres
y ricos, sino con las armas de la convicción.