Se abre espacio para Testigos de Jehová
San José, Costa Rica --(Reuters)-- Por primera vez en casi
40 años,
testigos de Jehová representantes de nueve países
se reunieron en La
Habana con sus correligionarios cubanos para celebrar servicios
religiosos, dijo una fuente de la organización en San
José.
Agregó que entre los asistentes estuvieron tres de los
10 miembros del
Cuerpo Gobernante, entidad que supervisa la labor religiosa de
los más
de seis millones de testigos de Jehová en el mundo.
En un comunicado de prensa, la organización en San José
transcribió las
palabras del escocés Jack Barr, uno de los tres miembros
del cuerpo
gobernante que estuvo en la isla.
``Hubo muchas cosas que me sorprendieron gratamente: la belleza
del
país; el temperamento, por lo general alegre, de la gente
a la que conocí,
y, sobre todo, el desbordante entusiasmo de los testigos cubanos'',
dijo
Barr, según citó el comunicado.
Otro de los miembros del cuerpo gobernante que estuvo en la isla,
Lloyd
Barry, fue más lejos y elogió a la Oficina de Asuntos
Religiosos del
gobierno cubano, así como su trabajo en favor de los testigos
de Jehová
en la isla.
``La labor de las autoridades en favor de los testigos es un indicio
de que
el gobierno cubano ve claramente que los testigos de Jehová
forman
parte integrante de la sociedad en que vivimos'', agregó
el comunicado.
En la actividad internacional, que se celebró a principios
de diciembre en
La Habana, participaron representantes de El Salvador, Puerto
Rico,
Australia, Austria, Bélgica, Etiopía, Gran Bretaña,
Italia y Nueva
Zelandia, confirmaron representantes de los testigos de Jehová
en Costa
Rica.
Las prédicas de los testigos de Jehová en Cuba se
remontan a principios
de la década de 1930. Actualmente viven en la isla más
de 80,000
miembros activos de esa organización religiosa y en la
actividad de la
Ultima Cena, en 1998, participaron unas 170,000 personas.
Los testigos de Jehová es una de las comunidades religiosas
que más
proscripción y persecución han sufrido en el mundo
socialista, así como
en otros países.
La negativa de muchos de sus miembros a prestar el servicio militar
obligatorio los ha llevado a purgar prisión y, durante
las épocas de
guerra, a pagar con sus propias vidas.