CARLA VALERO
Especial para El Nuevo Herald

Coincidiendo con la celebración de los 45 años de sacerdocio de monseñor Agustín Román, obispo auxiliar retirado de Miami, se celebró una romería cubana en la Ermita de la Caridad, donde acudieron unos 500 fieles.

Román hizo un balance positivo de su vida y su carrera sacerdotal explicando que, a pesar de que los tiempos han cambiado, la Iglesia Católica continúa teniendo los mismos retos desde su nacimiento.

''Podríamos decir que nuestro primer reto es la evangelización, es decir, llevar y extender el mensaje y la palabra de Jesús por todo el mundo'', declaró Román.

Monseñor lamentó que, en la actualidad, la difusión del mensaje de la Iglesia es dificultoso porque los medios prefieren hablar de otro tipo de información y no ayudan a expandir las buenas noticias.

``Necesitamos la colaboración de los medios y del pueblo para llevar a cabo nuestro primer reto a la sociedad''.

Román hizo hincapié en que la familia es la base de la sociedad.

``Si conseguimos arreglar las familias desestructuradas que existen en la actualidad, arreglaremos el mundo''.

Para mantener la familia unida, según Román, es necesario que sus miembros pasen más tiempo juntos y apuntó que hay tres elementos básicos para ello: comer juntos, jugar y orar unidos.

Román también se pronunció sobre los matrimonios y adopción de niños entre parejas homosexuales, un tema que estas semanas ha ocupado las primeras planas de la actualidad informativa.

``Mi opinión al respecto es la misma que tiene la Iglesia Católica, es decir, nosotros creemos en la familia como un núcleo formado por el amor entre un hombre y una mujer, y a pesar de que respetamos otras actitudes, porque hay que tener caridad con todo el mundo, no contemplamos otras opciones sexuales''.

La semana pasada, monseñor Román ofició una misa en honor a los presos cubanos y en la romería cubana de ayer, tuvo unas palabras para ellos.

``Todos los pueblos tienen necesidad de libertad y los cubanos necesitamos que se respeten nuestros derechos''.

Román fue expulsado de Cuba en el año 1961 y tras un periodo de peregrinación por varios países se estableció en Miami, donde acabó ejerciendo el sacerdocio en la Ermita de la Caridad.

Sus fieles de la Ermita lo celebraron con una romería donde hubo comida típica que donaron los asistentes, música en directo, bailarines y bendiciones por parte del obispo.

Según Elvira de los Ríos, coordinadora del evento, estas romerías se vienen celebrando desde hace 40 años y son un evento muy lindo.

``Este festival ha ido mejorando con los años y no sería posible sin la colaboración de los fieles''.

La romería finalizó con la plegaria de monseñor Román quien pidió por la paz y la libertad con la misma energía y vocación desde el primer día.