El Nuevo Herald
19 de diciembre de 2001

Autorizan la primera procesión santera

Varios cientos de personas festejaron públicamente el día de San Lázaro

 Associated Press
 LA HABANA

 Al son de cantos yorubas, congas, tambores bata y danzas afroantillanas, varios cientos de cubanos participaron el lunes en la primera procesión ``santera'' oficialmente autorizada en 40 años.

 Con prendas violetas, los creyentes se concentraron en el reparto La Hata, de Guanabacoa, al este de esta capital y frente a la casa templo de la Asociación de Hijos de San Lázaro (Babalú Ayé), cuyo día se celebró el 17 de diciembre.

 "Es la primera vez que se autoriza una procesión de esta religión, la más popular de nuestro país'', dijo Enrique Hernández, el sacerdote que encabezó la ceremonia.

 La solicitud fue entregada hace tres meses a la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista.

 Con una imagen del santo de casi un metro de altura, mientras le arrojaban humo de tabaco, los fieles recorrieron bailando un kilómetro por las calles de tierra de la
 populosa localidad, uno de los municipios donde la santería tiene más arraigo en la isla.

 Realizada en cedro pintado, la estatua muestra a un humilde viejo de ropas de yute desgarradas y en muletas seguido de dos perros que lamen las heridas de sus
 piernas.

 Durante la marcha, otros cientos de personas se asomaron a las ventanas de sus casas o saludaron a la deidad, que fue acompañada por un fuerte dispositivo
 policial.

 ``Es igual Babalú Ayé o San Lázaro. Es una religión sincrética. Los negros esclavos tuvieron que valerse de las imágenes del catolicismo para desarrollar su ritual: la
 Caridad del Cobre es Ochún; la Virgen de Regla es Yemayá y Obatalá es la Virgen de las Mercedes'', explicó Hernández.

 La Asociación que preside Hernández fue fundada el 22 de junio de 1957 y hasta este recorrido público realizaba las ceremonias anuales en la propia casa templo.

 Para la ocasión, los preparativos del homenaje comenzaron el domingo pasado con la consagración de los nuevos ``ahijados'', las ofrendas y los toques de tambor.

 Habitualmente, el día 17 de diciembre está consagrado por la Iglesia Católica al culto del obispo San Lázaro, cuyo templo se encuentra en la localidad del Rincón, al oeste de La Habana, donde miles de personas asisten cada año.

 Según los etnólogos, el sincretismo de esta deidad es el ejemplo más acabado de la "santería'' en Cuba.

 Se trata en realidad de tres figuras mezcladas entre sí: el obispo, aquel pariente de María Magdalena que Cristo resucitó cuatro días después de muerto; Lázaro, el viejo de la parábola bíblica que nunca fue canonizado pero que se identifica con el hombre alto, harapiento, seguido por perros y finalmente del dios yoruba, Babalú.

 Los dos últimos tienen una historia que los asemeja en el sufrimiento y la redención, por lo que según los expertos, fue asimilado por los esclavos africanos llegados a Cuba. Cuenta la historia procedente de Nigeria que Babalú Ayé era un joven yoruba de vida licenciosa, que contrajo ``vergonzosas'' enfermedades pero fue perdonado por Olofi, el todopoderoso.
 

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