Miles de puertorriqueños asisten al velorio de Filiberto Ojeda
Iñaki Estívaliz AGENCIA EFE
Miles de personas marcharon hasta el Colegio de Abogados para despedir al líder independentista. (PRIMERA HORA / Andre Kang)
SAN JUAN (EFE).- Miles de puertorriqueños velaron hoy en el Colegio de Abogados de Puerto Rico al líder independentista Filiberto Ojeda Ríos, que después de 15 años de ser uno de los más buscados por el FBI, murió el pasado viernes a causa del disparo de un agente federal en un operativo sobre el que se han denunciado irregularidades.
Los primeros en velar el cuerpo de Ojeda Ríos a su llegada al Colegio de Abogados fueron su esposa, Elma Beatriz Rosado Barbosa, y sus hijos Edgardo y Wilberto Ojeda, acompañados por el presidente del Colegio, Julio Fontanet.
Rosado Barbosa apoyó su cabeza en el pecho del finado y su hijo Edgardo mantuvo varios segundos su mano derecha sobre el corazón que ya no late. Alrededor del féretro familiares y simpatizantes, entre ellos el artista Antonio Martorell, unieron sus manos en un círculo.
Sobre el féretro del líder del Ejército Popular Boricua "Los Macheteros" descansaba un gran machete, flores y una bandera puertorriqueña.
Respecto a la actuación del FBI en el frustrado arresto de Ojeda Ríos han pedido explicaciones líderes independentistas y de otras ideologías, el Senado y el propio gobernador Aníbal Acevedo Vilá.
Los abogados de líder "machetero" anunciaron durante el velatorio que enviaron hoy una carta al jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, y al jefe de los fiscales federales, Humberto García, para exigir acceso inmediato a la residencia en la que murió Ojeda Rios.
En la carta piden que se les entregue todos los documentos, archivos de computadora, vídeos y grabaciones, solicitaron todos los nombres de los agentes que participaron en el operativo y, especialmente, la identidad de oficial que con un disparo acabó con la vida de Ojeda Ríos.
El ex gobernador de Puerto Rico Rafael Hernández Colón acudió al Colegio de Abogados a presentar sus respetos a la familia del independentista y criticó también la forma en que se llevó a cabo el operativo del FBI.
"Confío en que se lleve a cabo la más rigurosa investigación para que se establezca la responsabilidad donde corresponda", expresó.
Por su parte, el presidente del Colegio de Abogados, Julio Fontanet, dijo ante el féretro de Ojeda Ríos que era un "loco, un sabio y un provocador que todavía cabalga por lo seres que creen en un mundo mejor".
Parafraseando a Miguel de Cervantes dijo que: "es duro hacer esclavo lo que Dios y la naturaleza hizo libres".
Fontanet recordó que Ojeda Ríos había sido absuelto en un juicio anteriormente y que es muy probable que el Gobierno federal no quisiera otro juicio. "Que no piense nadie que no se sabrá lo que allí aconteció", subrayó.
Recordó las últimas palabras que Ojeda Ríos le dijo a su esposa: "palante". "Palante seguiremos hasta que se termine con la situación colonial de Puerto Rico" subrayó.
Los restos de Ojeda Ríos fueron recibidos con los congregados alzando el puño y cantando el himno nacionalista "La Borinqueña".
"Viva Puerto Rico Libre" y "Camarada, tu muerte será vengada", gritaban los independentistas después de que se hubiera retirado la bandera de Estados Unidos y la de Puerto Rico ondeara a media asta.
Filiberto Ojeda Ríos fue un trompetista de la orquesta de salsa "La Sonora Ponceña" que dejó la música por la lucha armada por la independencia de Puerto Rico y liderar el Ejército Popular Boricua, conocido como "Los Macheteros".
Más de una década fue el puertorriqueño más buscado por la Justicia de EEUU después de que en 1990 se quitara de uno de sus tobillos el dispositivo de seguridad electrónico que controlaba su libertad condicional.
Se le acusaba por el espectacular robo de 7,2 millones de dólares a un camión de la compañía Wells Fargo, ocurrido el 12 de septiembre de 1983 en Hartford (Connecticut, EE.UU.).
"Los Macheteros" aseguraron que ese dinero se utilizó para repartir regalos a los niños además de promover la independencia de la isla.
Desde la clandestinidad, Ojeda Ríos emitía frecuentes declaraciones escritas, concedía entrevistas y acostumbraba a enviar mensajes grabados para ser leídos en las actividades que promovían la independencia de Puerto Rico.
El líder independentista muerto había asegurado en diversas ocasiones que nunca se dejaría atrapar vivo.