Vecino de Ojeda Ríos coincide en que FBI disparó primero
SAN JUAN (AP) - Uno de los vecinos más cercanos de Filiberto Ojeda Ríos coincidió hoy en que los agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) fueron los primeros en disparar.
Héctor Reyes, cuya residencia ubica a unos 100 metros de la vivienda donde se escondía Ojeda Ríos antes de caer muerto de un tiro de un francotirador del FBI, dijo que los agentes comenzaron a disparar tan pronto llegaron los helicópteros con efectivos.
"Los primeros disparos eran bien potentes, no de un revólver pequeño como dicen que él tenía", aseguró Reyes, quien se enteró a través de los medios de comunicación que su vecino de más de cuatro años era el tan buscado líder del grupo clandestino Los Macheteros.
"Tan pronto llegaron los helicópteros, se oyeron las ráfagas", afirmó.
No fue posible conseguir una reacción inmediata de Luis Feliciano, oficial de prensa del FBI.
Reyes relató que se encontraba jugando baloncesto con su hijo cuando observó los helicópteros e imaginó que algo grave pasaba en el vecindario.
"Veo los helicópteros, y de momento empezaron a disparar a todo tren, y nosotros corrimos como gallina", explicó.
Las declaraciones de Reyes se suman a las de la esposa del líder machetero, Elma Beatriz Rosado Barbosa, quien aseguró el lunes que los agentes llegaron disparando contra la vivienda.
"El viernes 23 de septiembre, a las 3:00 de la tarde, nuestra casa fue rodeada. Hombres armados penetraron a la propiedad y tomaron por asalto nuestro hogar, impactándolo de manera brutal y terrible, disparando con armas de fuego poderosas la pared frontal de la residencia", sostuvo en conferencia de prensa.
Según Rosado Barbosa, Ojeda Ríos le gritó a los agentes en varias ocasiones que estaba dispuesto a entregarse al periodista Jesús Dávila.
"Más tarde, me vendaron los ojos y en ese momento, sentí en mi corazón, supe que lo iban a fusilar. Me mantuvieron en el lugar por un tiempo indefinido y cuando finalmente me llevan del lugar, Filiberto estaba vivo", expresó conmovida.
"No es hasta el otro día, en horas de la tarde, cuando me sacan de la cárcel, que me enteró que Filiberto había sido vilmente asesinado. Sin embargo, Filiberto Ojeda Ríos está más vivo que nunca en mi corazón y en el de todos los puertorriqueños", manifestó.