Piden justicia por la muerte de Muñiz Varela
Laura Candelas PRENSA ASOCIADA
El hijo del activista independentista Carlos Muñiz Varela, asesinado en 1979 en circunstancias aún sin esclarecer, aseguró ayer que la lucha por que se fijen responsabilidades por la muerte de su padre continuará porque "la dignidad y la justicia no prescriben".
Carlos Muñiz Pérez pronunció un discurso frente a una multitud de aproximadamente 1,000 personas en la plazoleta del lado norte del Capitolio mientras se proyectaban imágenes fijas de su padre con pensamientos escritos sobre su figura.
"Prohibido olvidar. Alto a la impunidad", dijo Muñiz Pérez ante los manifestantes que protestaban contra el homenaje que la Cámara de Representantes aprobó para el comerciante de origen cubano Julio Labatut, a quien familiares y amigos de Muñiz Varela le imputan responsabilidad por los hechos.
Muñiz Pérez, de 31 años de edad, recordó que su padre murió cuando él tenía sólo cinco años.
"Lo he conocido a través de sus amigos y familiares. Sé que era un buen hombre, que le gustaría ver cómo lo recordamos", dijo el joven arquitecto que sobrevivió a su padre junto a su hermana Yamaira, de 27 años, y la madre de ambos, Pilar Pérez.
Para Muñiz Pérez, la Cámara de Representantes quedó totalmente desacreditada al aprobar un reconocimiento para Labatut.
En su discurso, recordó una entrevista que le hiciera el periodista Luis Francisco Ojeda a Labatut hace varios años en la que el empresario cubano, cuando se le preguntó si tenía algo que ver con el asesinato del activista independentista, respondió: "No tuve el honor de participar".
"¿Acaso esos comentarios no son suficientes para cancelar este reconocimiento?", cuestionó Muñiz Pérez.
El joven emitió su alocución frente a un dibujo de la cara de su padre hecho con tiza, en la plazoleta del lado norte del Capitolio.
El resto de las personas que participaron en la protesta portaban velas, mientras varios cantautores, entre éstos José Julián Ramírez, Américo Boschetti y Zoraida Santiago, entonaron canciones, incluyendo el himno nacionalista.
Como parte de la manifestación, la periodista Millie Gil, el productor Pedro Muñiz, el actor Jerry Segarra y Rafael Venegas, hijo del compositor Guillermo Venegas, quemaron resoluciones que les había conferido como reconocimiento la Cámara de Representantes.
Raúl Álzaga, quien fue socio de Muñiz Varela en la empresa Viajes Varadero, que inició viajes para unir las familias cubanas dentro y fuera de la Antilla Mayor, también ofreció un mensaje en el cual leyó una carta enviada por la escritora Mayra Montero a la representante Jenniffer González, organizadora del homenaje, en la que catalogó el reconocimiento a Labatut de "afrenta... un asco".