En su nueva trinchera de lucha Ojeda
EL VOCERO / Alvin J. Báez
Por: Maricarmen Rivera Sánchez
Redactora – EL VOCERO
NAGUABO – El máximo líder del Ejército Popular Boricua (EPB), Filiberto Ojeda Ríos, se unió ayer a la tierra que lo vio nacer con la promesa de que su sangre derramada servirá de estímulo a sus seguidores y la convicción de que se unirá al procerato de los luchadores por la liberación de Puerto Rico.
Ese fue el juramento que hicieron los asistentes que le despidieron con el puño izquierdo en alto y entonando La Borinqueña revolucionaria.
El féretro que guarda los restos del dirigente de Los Macheteros fue depositado en la tierra del cementerio del barrio Río Blanco; previo a ello le rindieron sus respetos miles de personas en un largo recorrido de cinco horas desde el Colegio de Abogados, en Santurce. Sus seguidores se lanzaron a las calles, le arrojaron flores y le presentaron sus machetes y banderas puertorriqueñas.
"Tú no puedes dejarme sin ti, dejarnos a todos sin ti. Seguirás combatiendo a tu enemigo desde tu trinchera en Río Blanco… Aquí ondeará la bandera de Lares, de la revolución, señalando tu trinchera desde la cual, machete en mano, seguirás tu lucha… y nosotros contigo", aseveró la viuda Elma Beatriz Rosado Barbosa ante el furibundo grito de los presentes en su mensaje de despedida.
"Filiberto, camarada, tu muerte será vengada", era una de las consignas que de cuando en vez interrumpía el discurso de despedida de su compañera, ataviada de un impecable blanco y con una bandera de Lares en la solapa, al igual que sus hijos Edgardo y Wiliberto Ojeda.
Dijo que Ojeda Ríos es uno de esos seres de luz que alumbra a su gente porque tiene la estrella de la liberación de la patria. Afirmó que su esposo siguió la doctrina del líder nacionalista Pedro Albizu Campos de que la "patria es valor y sacrificio" y que por ella se sacrificó cuando "los criminales" troncharon su vida.
Rosado Barbosa insistió en que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) miente sobre los hechos del pasado viernes, día del Grito de Lares, en el que resultó muerto su esposo en medio de una balacera y clamó a que ningún puertorriqueño crea su versión y en que se deben ir del país.
En la despedida de duelo, el comandante Guasábara, dijo en un mensaje escrito que Los Macheteros harán justicia a su máximo líder. También plantearon que Ojeda Ríos entró a la inmortalidad junto a otros revolucionarios puertorriqueños y latinoamericanos como José Martí y Simón Bolívar.
La viuda indicó que Ojeda Ríos era un antillano y que eso lo refleja el hecho de que participara del Movimiento 26 de julio en la revolución cubana.
El embajador Fermín Toro Jiménez, a nombre de la Misión de la República Bolivariana, expresó el repudio por la muerte de Ojeda Ríos el día en que los puertorriqueños conmemoraban su grito de revolución. Ante esas palabras, la gente clamó vítores por el presidente Hugo Chávez.
En su última morada, el líder machetero fue bendecido por el obispo católico de la Diócesis de Caguas, Rubén González Medina, quien horas antes sostuvo que la forma en que las autoridades federales aparentemente dejaron morir a Ojeda Ríos "es un pecado grave".
En el sepelio la líder nacionalista Lolita Lebrón clamó a los presentes que develen el nombre de la persona que divulgó a los agentes federales el lugar exacto donde permanecía Ojeda Ríos.
"Al delator hay que buscarlo donde quiera que esté", sentenció Lebrón y acto seguido agradeció a Dios en una oración por tener mártires que han derramado su sangre luchando por la patria.
Jorge Farinacci, del Frente Socialista y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), otra facción de los Macheteros, dijo que "juramos que esta patria va a ser liberada cueste lo que nos cueste. Pa’lante compañeros como dijo el Comandante".
Mientras, la presidenta de Partido Nacionalista, Rosa Meneses, conminó al pueblo a hacer realidad la revolución.
Julio Muriente, del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, fue uno de los que clamó por la unidad. "El ha cumplido su deber. Ahora nos toca a nosotros cumplir con nuestro deber de unidad independentista".
En la tarima no se ofrecieron mensajes de portavoces del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) pero se indicó que estaban presentes.
A lo largo de los mensajes se escucharon participaciones musicales de artistas como Zoraida Santiago; Noel Hernández, quien le cantó la canción "Guerrillero"; y Andy Montañez, quien junto a Humberto Ramírez interpretó La Borinqueña al recibir el féretro.
En esos últimos momentos antes de ser enterrado, los familiares y amigos más cercanos se despidieron entre canciones de Andrés Jiménez, consignas y abrazos; algunos con los ojos llorosos y otros en silencio.
A su morada final se llevaron regalos de la gente, flores, dibujos y banderas que iban recogiendo sus familiares.
La viuda le dedicó unas palabras de promesa de amor por siempre. En tanto, Edgardo Ojeda, hijo del líder machetero, agradeció al pueblo por el apoyo que han recibido. "Ahora nos toca a nosotros continuar su legado".