Luego del criticado y confuso operativo efectuado el sábado por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), en el que resultó muerto el líder de Los Macheteros, Filiberto Ojeda Ríos, la vigilancia en el interior y en los predios del Tribunal Federal en Hato Rey fue reforzada.

Desde tempranas horas en la mañana de ayer, EL VOCERO observó a un nutrido grupo de efectivos de la policía federal portando armas largas mientras inspeccionaba el edificio.

De hecho, uno quien se encuentra fuertemente custodiado lo es el director del FBI en la Isla, Luis Fraticelli, quien fue visto por EL VOCERO en la cafetería del Tribunal Federal almorzando junto a una escolta de unos seis agentes.

Al ser abordado por la prensa asignada al Tribunal Federal, el funcionario estadounidense declinó emitir su reacción sobre los recientes informes inconsistentes en relación al fallecimiento del líder del Ejército Popular Boricua.

El pasado sábado a preguntas de la prensa en relación al incremento en las medidas de seguridad ante la posibilidad de reacciones violentas por parte de algunos sectores, Fraticelli había expresado que "siempre hay una posibilidad de que hayan algunos individuos que decidan tomar otros pasos que no sean dentro de la ley, yo le quiero decir a estos individuos que el FBI no se va a dejar amedrentar de nadie, que nosotros nos vamos a proteger nosotros mismos. No voy a permitir que mi personal esté en una posición que pueda ser de alguna manera herido".