Recuerdos para la posteridad
Firuzeh Shokooh Valle PRIMERA HORA
EL ROSTRO y las manos de Filiberto Ojeda Ríos serán preservados para la eternidad.
El artista aiboniteño Enrique de Jesús relató ayer a PRIMERA HORA cómo le aplicó una mascarilla a la cara del fallecido dirigente del Ejército Popular Boricua Los Macheteros mientras su cuerpo era embalsamado en la Funeraria Escardille en Río Piedras. También imprimió sus manos para que la familia de Ojeda Ríos tenga su "último recuerdo".
Durante tres horas, De Jesús trabajó arduamente para copiar las facciones del líder independentista. La mascarilla mortuoria también recogió sus arrugas e imperfecciones, lo que sería imposible si se hiciera a base de una fotografía.
El artista explicó que uno de los hermanos de Ojeda Ríos, Inocencio Ojeda, le pidió que trabajara la mascarilla para que la familia guardara un recuerdo vívido de su ser querido. Para De Jesús fue un honor que lo escogieran. Fue un proceso intenso y difícil que requiere mucha concentración.
Primero le aplicó un material aislante a la cara y las manos para que la mascarilla no se pegara. La mascarilla estaba hecha de una mezcla líquida de dos tipos de goma. "Lo que hice fue un negativo, un molde, luego se le echa yeso encima para que no se dañe el molde y ahora se le hace el positivo. Ahora eso yo lo trabajo, ya sea en bronce, fiber glass, resina. Lo más difícil es lo que acabo de terminar", narró el artista.
De Jesús hará una escultura de Ojeda Ríos utilizando la mascarilla como base. Recordó que lo mismo se les hizo al líder nacionalista Pedro Albizu Campos, al poeta nacionalista Juan Antonio Corretjer, a los próceres Eugenio María de Hostos y José de Diego y al ex gobernador Luis Muñoz Marín, entre otros.
"Ha sido una satisfacción enorme y me siento regocijado que me hayan elegido, me siento complacido y ha sido una experiencia bien bonita y un proceso bien intenso por considerar la figura de la que se trata y en las circunstancias en las que murió", indicó.
En la Funeraria Escardille se respiraba tranquilidad ayer por la mañana. Familiares aguardaban por velar a sus seres queridos y preguntaban con curiosidad si Filiberto Ojeda Ríos estaba allí.
Margarita Velasco, la hija del dueño de la funeraria, Hugo Velasco, llegó bajo una lluvia ensordecedora con la ropa con la que vestirían a Ojeda Ríos: una guayabera blanca de hilo de mangas largas y un pantalón negro. Ojeda Ríos acostumbraba usar guayaberas.
"Todo va a ser muy sencillo, como era él", dijo uno de los portavoces de la familia Ojeda, René Torres Platet, a los periodistas. Precisó que se eligió esta funeraria porque era "netamente puertorriqueña".
Para don Hugo Velasco es un honor que hayan escogido su funeraria para preparar el cuerpo de Ojeda Ríos.
"Me siento muy honrado con el privilegio de servir a una familia tan connotada y a una persona que ha dado toda una vida a un ideal de forma consecuente y que mantuvo ese ideal hasta el último momento de su vida. Naturalmente esto es un atributo que muy pocas personas tienen. Ser consecuente toda una vida invariablemente es algo que hay que respetar", dijo Velasco.
El cuerpo del dirigente de Los Macheteros llegó el sábado por la noche a la funeraria luego que se le practicara la autopsia en el Instituto de Ciencias Forenses. Anoche mismo fue trasladado al Ateneo Puertorriqueño, donde sería velado hasta hoy.
Hoy al mediodía será llevado al Colegio de Abogados y mañana a las 10:00 de la mañana saldrá la comitiva fúnebre hacia el cementerio Río Blanco en Naguabo, el pueblo natal de Ojeda Ríos.