Pedido para poder llegar a la verdad
Por Eugenio Hopgood Dávila
Si la investigación de las autoridades puertorriqueñas sobre la muerte de Filiberto Ojeda Ríos asume como hecho incuestionable que la escena no fue alterada por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) no se podrá llegar a la verdad, sostuvo ayer el líder hostosiano Héctor Pesquera.
El también médico, quien representó a la familia de Ojeda Ríos durante la autopsia, hizo la crítica en el contexto del informe preliminar de un perito forense independiente, cuyos hallazgos contradicen información clave ofrecida por el FBI al gobierno de la Isla.
“No se puede partir de la premisa de que la escena fue preservada, sino de todo lo contrario: hay que partir de que cualquier escenario es posible después de que el FBI tuvo más de 20 horas para alterar la escena”, dijo Pesquera a El Nuevo Día en entrevista telefónica.
“Hay que auscultar todas las posibilidades para poder llegar a la verdad”, dijo Pesquera. “Si se alteran las premisas y si se parte de una premisa falsa, las conclusiones se falsean; el FBI tuvo 24 horas para dejar pistas para despistar”, añadió.
El director del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Pío Rechany, dijo el lunes pasado que los técnicos investigan la trayectoria de la bala calibre .233 que hirió mortalmente a Ojeda, partiendo de la premisa de que no entró por la puerta principal, detrás de la cual los forenses puertorriqueños hallaron el cadáver.
La razón por la cual los técnicos del ICF han estado buscando otros ángulos de entrada del proyectil es que cuando se les permitió entrar, al día siguiente de los hechos, encontraron la puerta cerrada y el FBI informó que así había quedado la escena, dijo Rechany el lunes. Además, el director del ICF dijo que no se hallaron orificios de bala en la puerta que fueran compatibles con la trayectoria de la entrada de la bala al cuerpo de Ojeda Ríos.
Sin embargo, el informe preliminar de un perito forense en reconstrucción de escenas criminales al que tuvo acceso El Nuevo Día, determina que el disparo fatal fue hecho desde entre seis a nueve pies de distancia, y que la bala entró por la puerta abierta, lo que supone que los agentes habrían estado al lado de Ojeda Ríos, viéndolo desangrarse y agonizar sin prestarle asistencia médica, hasta que murió.
Aspectos del informe forense fueron reseñados el miércoles en El Diario/La Prensa de Nueva York. El Nuevo Día lo obtuvo ese mismo día y lo publicó ayer.
La fuente que entregó el informe a este diario condicionó la información a que no se revelara la identidad del perito en esta etapa, pero se sabe que es un profesional reconocido en este campo.
El doctor Rechany no reaccionó ayer al informe pues se encuentra en Guatemala participando en una conferencia profesional, se indicó en el ICF.
El Departamento de Justicia tampoco hizo comentarios ayer sobre el tema.