ANDREA RODRIGUEZ
Associated Press
LA HABANA - Uno de los hijos del recientemente muerto líder independentista puertorriqueño, Filiberto Ojeda Ríos, develó el jueves en esta capital una placa en homenaje su padre, cuyo deceso generó críticas contra las autoridades estadounidenses.
La placa fue colocada en la "Tribuna Antiimperialista José Martí", una explanada a cielo abierto ubicada frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana y habitualmente usada para realizar mítines revolucionarios.
La breve ceremonia estuvo encabezada por Edgardo Ojeda, hijo del líder, quien falleció desangrado tras un tiroteo con fuerzas del FBI a finales de septiembre y que según forenses podría haberse salvado si hubiera recibido atención médica a tiempo.
Colocada en una de las columna, la placa contiene el nombre del dirigente junto a otros líderes sociales y políticos del mundo colocados en ocasiones anteriores a manera de homenaje.
El deceso asombró a la comunidad boricua en Cuba. "Recibir la noticia fue algo muy duro, una gran tragedia", dijo a la AP la semana pasada Guillermo Morales, un puertorriqueño exiliado aquí desde hace 17 años y consultado sobre el sentir de sus compatriotas en Cuba.
"Fue un asesinato dirigido por Washington", agregó Morales, quien rechazó las "mentiras" inventadas sobre el fallecido líder tales como que el dinero de un atraco en 1983 y por el cual las autoridades norteamericanas lo buscaban hubiera venido a parar a manos del gobierno isleño.
Aunque no se conoció ninguna reacción gubernamental inmediata, los medios de prensa locales, de carácter estatal, dieron seguimiento al asunto durante días.
"Ojeda Ríos, eligió morir combatiendo frente a enemigos que, sabiéndolo herido, intentaron humillarlo... Trescientos efectivos del FBI contra un hombre de 72 años, enfermo del corazón", expresó por ejemplo un despacho de Radio Habana Cuba, la emisora cuyas ondas se trasmiten al exterior.