Debate sobre escena final
Por Carmen Edith Torres
En una reunión de funcionarios federales, efectuada días después del operativo en el que resultó muerto Filiberto Ojeda Ríos, se discutió que la sangre del occiso no estaba visible en el escalón de su residencia durante la mañana del sábado 24 de septiembre, y que fue después de movido el cadáver que comenzó a desplazarse el líquido por el piso de la vivienda.
El Nuevo Día supo que esa reunión tuvo lugar en las oficinas del jefe de la fiscalía federal en Puerto Rico, Bert García, en Hato Rey y en ella participaron el agente a cargo del FBI en la Isla, Luis Fraticelli, así como otros oficiales jefes de agencias de ley y orden federal aquí, como el Departamento de Seguridad Nacional y la DEA.
También se discutió allí, según fuentes, que a la esposa de Ojeda Ríos, Elma Beatriz Barbosa Rosado, no se le radicaron cargos criminales federales porque “históricamente” a las esposas de los fugitivos no se le someten acusaciones, y que en los pocos casos que ha sido así, las acusaciones casi no prosperan. Y, aunque sin especificar, también se dejó entrever en la reunión que el FBI conduce una investigación sobre personas que brindaban apoyo a Ojeda Ríos.
De acuerdo con la fuente, ante las interrogantes de si los agentes federales que custodiaban la vivienda de Ojeda Ríos en el sector Plan Bonito de Hormigueros vieron que el fugitivo estaba desangrándose, Fraticelli dijo que en el piso de la residencia no se observaban indicios de sangre.
Según los datos que proveyó Fraticelli al grupo de oficiales federales, la sangre de Ojeda Ríos comenzó a desplazarse cuando su cuerpo fue removido para determinar si ocultaba explosivos, y posteriormente aumentó el flujo cuando funcionarios del Instituto de Ciencias Forenses le removieron el chaleco antibalas para inspeccionar el cuerpo en la escena. Fraticelli no estaba en la escena en ese momento, se supo.
El primer grupo de agentes tácticos del Hostage Rescue Team que entró en predios de la residencia de Ojeda Ríos en la tarde del pasado viernes 23 de septiembre había llegado a Puerto Rico entre el domingo y lunes previo. Y según fuentes, dentro de la Fiscalía federal, las fiscales Rosa Emilia Rodríguez y Sonia Torres parecían tener más conocimientos que García sobre los detalles del operativo secreto que realizaba el FBI para capturar a Ojeda Ríos en Hormigueros.
Otro de los puntos discutidos en el conclave fue la implantación de medidas de seguridad en las agencias federales en la Isla, que han sido redobladas luego del operativo. Incluso se supo que una actividad social que altos funcionarios de una agencia tenían pautada para celebrarse en esos días en un restaurante de Hato Rey fue movida para llevarse a cabo en el Fuerte Buchanan en Guaynabo.