Primera Hora (Puerto Rico)
sábado, 6 de septiembre de 2003

El victimario en la posición de víctima

Insiste en que le fabricaron caso

Nydia Bauzá  PRIMERA HORA

No se arrepiente.

El convicto ex presidente de la Cámara de Representantes Edison Misla Aldarondo no mostró arrepentimiento ayer por el veredicto de culpabilidad que recibió la semana pasada en los cuatro cargos de lascivia contra su hijastra Tania Pérez Cruz y acusó al actual Gobierno de fabricarle el caso por razones políticas.

El ex legislador penepé fue llevado en la mañana de ayer al Tribunal de Primera Instancia de San Juan para que se entrevistara con un oficial sociopenal como parte del proceso de sentencia que tiene pendiente en el caso. Cuando llegó al tribunal, vestido de preso y esposado, traía un papel doblado entre sus manos que dejó caer a los fotoperiodistas que tuvieron acceso al área de confinados.

En la declaración de dos páginas, de su puño y letra, Misla le pide al juez presidente del Tribunal Supremo, José Andréu García, que investigue la conducta ética de las fiscales especiales independientes Ana Paulina Cruz Vélez e Ivette Aponte Nogueras. Misla dijo que Andréu "podría poner coto a la tentación de destruir reputaciones valiéndose de los tribunales".

Las fiscales rechazaron las acusaciones del otrora influyente político y señalaron que a Misla se le salvaguardaron sus derechos y fue juzgado como cualquiera otra persona.

En la declaración escrita, el convicto ex legislador alega que fue encontrado culpable por un delito "que no se cometió y sin evidencia" y que desde octubre de 2001, se le ha sometido a una campaña de criminalización y desprestigio.

"Mis derechos civiles y constitucionales han sido pisoteados por un gobierno revanchista, perseguidor, difamador y fascista, ante el silencio general. En la medida en que el rabo que se pisa no es el de otros, nadie habla. Debo decir, a modo de alarma, hoy es Edison Misla Aldarondo, ¿quién será después? ¿ A quién más se va masacrar antes de noviembre de 2004?", sostuvo.

"Mi hijastra, con mucha dignidad y valentía, lo dijo en el tribunal. Nunca hubo actos lascivos, nunca ocurrieron. No se cometió ningún delito", dijo Misla.

Sostuvo que "es perdonable" que la joven, "molesta en un momento y alentada por el odio de mis enemigos políticos en el gobierno, no haya dicho la verdad (al principio). Lo que no tiene perdón y merece el repudio de todo ser concienciado es la manera canallesca como funcionarios de Fiscalía, del propio FEI y del Departamento de la Familia, han fabricado toda esta novela de horror con el único fin de usarme como una excusa más para el combate político".

El ex legislador también dijo que el jurado que lo halló culpable en votación de 9-3 fue secuestrado "muy tarde", lo que "impidió" que se le juzgara "imparcialmente".

Misla se entrevistó por alrededor de una hora con el técnico sociopenal y a su salida del tribunal, no pu-do ser entrevistado por los reporteros porque sólo se dio acceso a fotógrafos y camarógrafos al lugar desde donde sería devuelto a la cárcel federal de Guaynabo, donde cumple su sentencia de casi seis años de prisión por delitos de corrupción relacionados con la compraventa del Hospital de Manatí.

"Me hicieron culpable sin víctima, sin testigos y sin evidencia y lo vamos a pelear hasta las últimas consecuencias", dijo escuetamente, cuando un camarógrafo le preguntó si había admitido los delitos en la evaluación sociopenal.

La FEI Cruz Vélez, al reaccionar a la declaración escrita de Misla, dijo que éste ha sido convicto tanto en el tribunal estatal como en la esfera federal. "Misla debe hacer un acto de contrición y analizar su vida. Es fácil tratar de manchar reputaciones. éste no es un caso político. Es un caso de abuso sexual en una dinámica intrafamiliar", sostuvo Cruz Vélez.

En tanto, la fiscal Aponte Nogueras dijo que Misla está actuando "bajo coraje" y que la carta "demuestra un menosprecio por las instituciones de nuestro país".

El abogado de Misla, Mark Anthony Bimbela, dijo que desconocía el contenido de la declaración de prensa.

El acto de sentencia en este caso está señalado para el 22 de octubre ante la jueza superior Lourdes Velázquez Cajigas. Misla podría ser condenado a una pena fija de seis años de cárcel, una mínima de cuatro años o la máxima de ocho años. No tiene derecho a sentencia suspendida por tratarse la víctima de una menor de edad y las penas por los cuatro delitos le podrían ser impuestas para cumplirlas de forma consecutiva o concurrentes entre sí, a discreción de la jueza.