Don Luis A. Ferré: el joven soñador ante sus 99 años
"Hay que soñar mucho en la vida y realizar tus sueños. Los sueños son los que te traen la verdadera felicidad"
Nelson Gabriel Berríos PRIMERA HORA
Un "joven soñador" que cumple 99 años.
Ése es don Luis A. Ferré, ex gobernador de Puerto Rico, quien
afirma riéndose que "yo creo
que a los 99 estoy bastante joven", porque aunque tener casi un siglo de
vida representa
"muchísimos años, en realidad son cortitos cuando uno los
vive bien e intensamente".
Una vida intensa y plena de experiencias ha sido sin duda la de Ferré.
¿Cuántas personas en el
mundo habrán logrado ser gobernante de su país, ingeniero,
pianista, fundador de un partido
político, legislador, director de un diario, deportista (fue campeón
de esgrima en su juventud),
exitoso empresario, fundador de un museo de arte y filántropo, entre
otras facetas de don Luis?
El Museo, su legado máximo
En entrevista en su hogar, rodeado de pinturas y esculturas que reflejan
su gusto
artístico, Ferré compartió con PRIMERA HORA con motivo
de su cumpleaños, que
celebró por adelantado el pasado sábado en un banquete en
su honor en el Museo de
Arte de Ponce.
"El Museo es mi obra máxima, mi legado más importante a Puerto
Rico", manifiesta
Ferré, quien nació en Ponce el 17 de febrero de 1904. Con
orgullo, don Luis asegura
que el Museo de Arte de Ponce (MAP) es "el segundo museo más importante
en el
mundo de habla hispana. El número uno es el Museo del Prado, en
Madrid. El de
Ponce es de la misma calidad del Prado, pero más pequeño".
El MAP acapara actualmente la mayor atención del ex gobernador.
Lo visita
semanalmente y se preocupa de actividades como la del sábado. Los
fondos
recaudados en la misma se usarán para adquirir un nuevo piano para
los conciertos
que se están ofreciendo en el museo.
-¿Qué futuro desarrollo le gustaría ver en el Museo?
-Yo quisiera que el Museo tuviera una participación mayor en la
educación de la
juventud puertorriqueña. Estoy tratando de conseguir eso a través
del Departamento de
Educación. Hemos hecho unos arreglos para facilitarles el uso de
las salas para darles
clases a sus profesores. Se invita a los maestros para darles clases y
luego los
estudiantes vienen con los maestros, que ya están entrenados.
Ferré explica que también está pendiente una extensión
al edificio del Museo, para el
que ya tienen planos preliminares, pero aún falta conseguir, con
donativos y ayuda
gubernamental, los $5 millones que costaría su construcción.
Esa nueva ala del Museo
albergaría salas para brindar clases de arte a niños y jóvenes.
El MAP fue uno de los sueños de Ferré y de su esposa Lorencita
Ramírez de Arellano,
madre de sus hijos Antonio Luis y Rosario Ferré. Doña Lorencita
fue clave en la
fundación del Museo, que comenzó en la calle Cris-tina en
1959 y luego pasó a su
actual sede en 1965. Doña Lorencita falleció en 1970.
Pasión por la música
En un espacio destacado en el centro de su residencia está el piano,
donde sus
manos parecen retar el entumecimiento de los años para deslizarse
ágilmente sobre el
teclado y poder deleitarse con las sonatas de Beethoven y Mozart, que tanto
le
entusiasman.
"Yo soy graduado del Conservatorio de Nueva Inglaterra, en Boston", destaca
Ferré y
recuerda que fue su madre, Mary Aguayo Casals, quien desde niño
lo llevó a estudiar
piano con Arístides Chavier.
Apoyado en el bastón de más de ocho décadas que perteneció
a su padre, don
Antonio Ferré Bacallao, don Luis destaca su herencia familiar. "Papá
era ingeniero y
yo soy el producto de dos tradiciones. Mamá tenía el deseo
de que yo cultivara los
valores espirituales mediante el estudio de la música. Siempre me
insistía que la
música no se debía abandonar". Y nunca la abandonó,
hizo recitales y hasta grabó un
CD de música de Beethoven al cumplir 80 años.
La influencia de su padre, por su parte, lo llevó a estudiar ingeniería
mecánica en el
prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT), que le permitió
iniciar su
carrera en 1925 en la Porto Rico Iron Works y luego fundar la Ponce Cement
en 1942.
Otra de sus facetas como empresario fue adquirir y dirigir el periódico
El Día, precursor
de El Nuevo Día, diario que publicó a partir de 1970 su hijo
Antonio Luis Ferré.
Tanto la influencia de su padre como la de su madre fueron determinantes,
a juicio de
Ferré, en su amplia gama de intereses. "El ser humano se divide
en dos aspectos del
conocimiento, uno es el conocimiento material y científico, que
se desarrolla con una
parte del cerebro, y el otro el conocimiento espiritual, que se desarrolla
con el arte.
Esos dos valores son separados, si tú cultivas sólo uno,
pierdes el desarrollo del otro.
Si no tienes espiritualidad, no tienes imaginación. Y la imaginación
es tan importante
como el conocimiento. Yo he tratado de mantener el equilibrio entre las
dos. Y creo
que lo he logrado bastante bien", manifiesta don Luis.
Hay que soñar
Muchas veces le han preguntado cuál es el secreto para una vida
como la suya, larga
y fructífera. Y don Luis no titubea en compartir su fórmula.
"Yo creo que lo más importante es estar siempre ocupado, dedicado
a algo que a uno
le guste. Cosas nuevas, originales, sueños. Hay que soñar
mucho en la vida y realizar
tus sueños. Los sueños son los que te traen la verdadera
felicidad.
Yo he soñado toda mi vida", asegura con una carcajada.
Precisamente reír es otro de los secretos de la vitalidad de don
Luis. "Yo me río de mí
mismo, je, je, je. Reír es bien importante. No hay nada mejor que
reír. Es la alegría de
la vida".
Muchas de las risas las comparte con su esposa Tiody de Jesús, a
quien describe
como una mujer inteligente y muy alegre, que lo apoya en todos sus proyectos.
En su
próximo sueño y gran proyecto, Tiody le está ayudando:
un libro en el que Ferré
recogerá sus pensamientos filosóficos.
En el libro, aún sin título, Ferré recopilará
ensayos y discursos que ha hecho a lo largo
de su vida. Éste se añadiría a la variedad de libros
sobre su persona, como los escritos
por Guillermo Baralt y el libro Memorias de Ponce, en el que su hija, la
escritora
Rosario Ferré, rescató los recuerdos de la infancia y juventud
del ex gobernador en la
Ciudad Señorial.
Y en este nuevo libro, ¿cómo resumirá Ferré su filosofía personal?
"Yo creo que la vida hay que enriquecerla con los grandes valores del espíritu.
El que
no tiene valores espirituales vive una vida seca", indica. Y por supuesto,
incluirá una de
sus máximas más conocidas: "La razón no grita, la
razón convence".
Firme en su ideal
Al preguntársele si aún le quedan sueños por realizar,
don Luis aludió al ideal político
de la estadidad al que dedicó su larga vida pública, el mismo
que lo llevó a fundar el
Partido Nuevo Progresista y con el cual logró convertirse en gobernador
en 1968 y en
presidente del Senado en 1977.
"Yo creo que a Puerto Rico le conviene acabar de resolver su status político
porque no
puede seguir en una condición de inferioridad en el orden político,
como está hoy. Y
eso hay que terminarlo buscando una solución definitiva y que esté
dentro del orden de
las posibilidades. Así que mientras Puerto Rico no salga de esta
condición de
inferioridad política estamos mal. Eso hay que resolverlo mientras
más ligero mejor",
sentenció Ferré.
El ex gobernador continúa siendo parte de la Junta del PNP como
presidente fundador
y es presidente del Partido Republicano de Puerto Rico. Ferré ha
decidido limitar un
tanto sus expresiones políticas y mantenerse al margen del torbellino
político partidista
boricua. Por tal razón, fue enfático en que no comentaría
por el momento la actual
pugna primarista en el PNP entre Carlos Pesquera y Pedro Rosselló
por la candidatura
a la gobernación.
En estos días se mantiene atento a la posible guerra contra Irak.
"Es un conflicto
desgraciado que hay que evitar", opinó. A pesar de que le impactaron
las recientes
declaraciones de Osama bin Laden contra la nación norteamericana,
Ferré cree que
Estados Unidos no debe ir solo a la guerra y que necesita el apoyo de la
ONU, si
entiende que la seguridad mundial está amenazada. Aun así
insistió en buscar otras
vías para resolver el conflicto porque "la paz es muy importante
para el mundo".
Sobre Puerto Rico, ¿qué le preocupa a Ferré? Aunque
entiende que es positivo el
progreso material que ha logrado la Isla, lamenta la falta de valores que
llevan a la
corrupción.
"Hay aspectos que son lamentables, que son resultado del mucho dinero que
antes no
había en Puerto Rico. Y eso ha desarrollado demasiados aspiraciones
materiales.
Ambiciones. Se olvidan de los valores y los valores hay que volverlos a
restablecer en
el mundo", sentencia Ferré. Para ello la solución está
en la educación y en la
enseñanza ética en la familia, apunta.
-¿Cómo desearía que fuera el puertorriqueño del futuro?
-Yo quisiera ver al puertorriqueño de hoy que siga corrigiendo los errores del pasado.
Optimista por naturaleza, don Luis confía que esta tarea la emprendan
los
puertorriqueños "sin miedo a asumir las responsabilidades". Y ése
es su mensaje a
las nuevas generaciones, a las que exhorta a educarse para mejorarse a
sí y a Puerto
Rico. "Yo nunca he tenido miedo a nada que sea favorable al desarrollo
más pleno de
mi personalidad", concluye. "Casi todo el mundo tiene miedo a cambiar.
Y no se dan
cuenta que el que no cambia, se anula. Hay que saber cambiar para progresar".