Desestiman cargos por "graffiti" en columna del tren
A cuatro estudiantes de la UPR
Nydia Bauzá PRIMERA HORA
La jueza Gricelle Lugo Santiago, de la Sala de Investigaciones de San Juan, desestimó ayer los cargos contra cuatro estudiantes de la Universidad de Puerto Rico que fueron detenidos el sábado cuando escribían el graffiti "FBI Asesino, Filiberto vive" en las columnas de una estación del Tren Urbano, en Hato Rey.
Lugo Santiago falló a favor de los jóvenes Edwin Couto, portavoz del Frente Socialista, y Edmaliz Schettini, Ricardo Rodríguez y Pedro Lugo, de la Federación de Universitarios Pro Independencia (FUPI), quienes dijeron al salir del tribunal que continuarán "recordando el asesinato de Filiberto Ojeda, porque esto no se puede olvidar".
Contra los cuatro universitarios pesaban cargos de violación al artículo 209 del Código Penal, que tipifica como delito menos grave fijar y pintar carteles en ciertos lugares públicos. Se exponían a multas de $50 a $250.
Los abogados de los jóvenes, Axel Vizcarra, Manuel Rosado Banch y Orlando Portela, dijeron que la jueza expresó en sala que la radicación del caso era una pérdida de tiempo para el tribunal, ya que la administración del propio Tren Urbano manifestó que no tenía interés en acusar a los universitarios. Incluso, los abogados dijeron que el graffiti ya había sido limpiado.
"Aquí el único interés que parece tener el Estado es de reprimir la libertad de expresión y recordemos que ésta no fue solamente la expresión de un grupo de estudiantes, sino del pueblo entero que todavía se siente indignado", dijo Vizcarra, para agregar que "la libertad de expresión es un derecho".
El abogado indicó que la controversia está resuelta en los tribunales desde la década de los 70 y aludieron al caso resuelto a favor del dirigente socialista Juan Mari Bras sobre la pega de pasquines.
El licenciado Portela explicó que la jurisprudencia excluye de la aplicación de la ley en los postes del tendido eléctrico, los tablones de expresión pública, así como columnas y puentes. "''Estos son lugares que se consideran tradicionalmente como foros públicos", sostuvo. Otro de los abogados, Rosado Banch, dijo que el caso no se consultó con la fiscalía porque, de lo contrario, "no se habría radicado".
En la vista estuvo presente Ricardo Ávila en representación del Tren Urbano, pero el supervisor dijo que no tenían interés en procesar a los jóvenes. Declaró Marilyn Otero, la asistente de la estación, quien dijo que a eso de las 6:50 a 7:00 de la noche del sábado oyó el ruido de los potes de pintura en aerosol que utilizaban los jóvenes y llamó a la Policía.
El policía José Fernández Rosado, uno de los agentes que intervino con los estudiantes y quien firmó las denuncias, fue el único que compareció a sala. Declaró que detuvo a los jóvenes junto a otros oficiales cuando se montaban en un carro para marcharse del lugar.
Los jóvenes no fueron arrestados en el lugar, pero quedaron citados para comparecer ayer al tribunal.
Schettini, estudiante de Historia, dijo que cuando el agente Fernández llegó al lugar "caminó hacia nosotros, sacó su arma de reglam ento y nos apuntó hacia el carro".
Mientras, Lugo, quien estudia Bellas Artes, dijo que el agente le pidió una tarjeta de identificación y cuando le dijo que no vota ni guía, "me preguntó si yo era dominicano y si yo había llegado ilegalmente al país".
Después dijo que el policía lo identificó en la denuncia como "hawaiano" pese a que "soy residente del barrio La Plata de Sabana Grande".