GERARDO REYES
El Nuevo Herald
Cuando el presidente Bill Clinton firmó el perdón para
16 independentistas
puertorriqueños, dejó sin piso sentencias judiciales
que suman siglos de condenas
y desató una ola de críticas entre los congresistas republicanos.
Mucho se ha discutido sobre la legalidad de la decisión, pero
en torno a los
antecedentes judiciales de los perdonados hay confusión.
De hecho, un alto funcionario de la Casa Blanca, comentó que
las críticas
al presidente estaban viniendo de ``un grupo de personas que no se
ha
tomado el trabajo de conseguir la información''.
¿Por qué se les condenó? ¿Qué intentos fallidos se le atribuyen a la organización?
En los archivos del FBI, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional
(FALN),
a la cual pertenecieron los independentistas favorecidos por el presidente,
aparecen registradas como una organización terrorista que tiene
como objetivo
obtener la independencia de Puerto Rico. Guiado por una ideología
marxista
leninista, el grupo se dio a conocer en 1974 cuando se atribuyó
la explosión
de cinco bombas en Nueva York un mismo día.
``Desde esa época'', afirma la ficha técnica del FBI,
``la organización ha sido
ligada a 130 explosiones en Nueva York y Chicago que dejaron como saldo
a cinco personas muertas, 83 heridos y más de $3 millones en
daños''.
Entre los ataques más conocidos, el FBI cita la bomba que hizo
explosión el 24
de junio de 1975 en el histórico restaurante Fraunces Tavern
en Nueva York.
Cuatro personas murieron y 50 resultaron heridas.
La organización participó en asaltos a vehículos
de transporte de valores, tomas
armadas de oficinas de campaña de los partidos demócratas
y republicano y
en un complot en 1983 para liberar a uno de sus líderes, Oscar
López Rivera,
que se encontraba en una cárcel de Leavenworth, Kansas.
Según el FBI, López se había causado heridas para
provocar su traslado a un
hospital de veteranos donde sus colegas lo rescatarían a sangre
y fuego. La
operación fue frustrada por las autoridades.
En 1975, se le atribuyó al FALN explosiones o intentos de ataques
en los
bancos de Chicago Mid-Continental Bank, United Bank, Continental Illinois
National Bank, un edificio de IBM, la torre de Sears, el edificio de
Standard
Oil of Indiana y el Departamento de Policía.
``Buscábamos ganarnos el apoyo nacional e internacional con actos
calculados, que se concentraban más en los ataques contra los
símbolos
e instituciones que perpetúan el colonialismo en la isla'',
escribió en una
carta Luis Rosa a la periodista puertorriqueña Ivis Negrón
en 1997.
En poder de la organización, las autoridades encontraron materiales
para
la fabricación de bombas incluyendo dinamita, detonadores, trampas,
relojes,
disfraces, armamentos y municiones.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, ninguno de los independentistas
perdonados estuvo directamente vinculado a los ataques en los que hubo
muertos.
De allí que todos ellos compartieron un prontuario con cargos
similares:
conspiración sediciosa, amenazas y actos de violencia a sistemas
de
comunicación; posesión de arma de fuego no registrada
con el propósito
de cometer actos sediciosos y transporte interestatal de vehículos
robados.
Los integrantes del FALN cumplían condenas estatales cuando se
inició el juicio
federal el 3 de febrero de 1981. Al negarse a comparecer en la corte
federal, los
acusados escucharon el juicio a través de altoparlantes colocados
en la celda del tribunal.
El peso completo de la ley cayó sobre ellos luego del que el
juez de la causa
acogió un informe del fiscal del caso Jeremy Margolis que pidió
la máxima pena
para todos los cargos a fin de ``enviar un mensaje al mundo para castigarlos
y
evitar que sean libres en el uso de las pistolas y las bombas''.
Las sentencias no intimidaron a los independentistas. Es más,
en una carta
dirigida a Negrón para un trabajo de investigación de
la Universidad Internacional
de la Florida hace dos años, Rosa escribió que la lucha
armada ``sigue siendo
un derecho del pueblo boricua... que en estos momentos no existan acciones
guerrilleras, nos nos quita el derecho que tenemos a luchar de esa
manera''.
Copyright 1999 El Nuevo Herald