Independentistas reciben cadáver de Filiberto Ojeda
LAURA RIVERA MELÉNDEZ PRENSA ASOCIADA
SAN JUAN — Apostados en dos filas a cada lado de la calle que da acceso al Instituto de Ciencias Forenses de Río Piedras, más de un centenar de simpatizantes de Filiberto Ojeda Ríos recibió la noche del sábado el cadáver del líder independentista.
Con banderas de Puerto Rico en mano, los manifestantes formaron un arco para abrirle paso al vehículo que transportaba el cuerpo del líder del grupo clandestino Los Macheteros, que falleció tras un enfrentamiento a tiros con agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).
"Hoy, tras el asesinato vil de Filiberto Ojeda Ríos, el fervor se escucha más fuerte y no hay lugar en el planeta donde no se sepa que un héroe ha muerto, pero un pueblo llora y protesta", declaró el copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano Julio Muriente tras llegar el cadáver.
"Pero no sólo llora y protesta (el pueblo) sino que se compromete a continuar la lucha hasta la victoria ?No hay inmunidad para los asesinos!... Este pueblo ni perdona ni olvida", agregó.
El vehículo conteniendo los restos de Ojeda Ríos fue escoltado desde el pueblo de Hormigueros hasta las instalaciones de Ciencias Forenses en Río Piedras, a donde llegó a eso de las 7:00 de la noche.
A su arribo, los manifestantes, algunos llorando, entonaron el himno revolucionario de Puerto Rico con sus puños izquierdos elevados.
Inmediatamente entró el vehículo, comenzaron a gritar efusivamente por unos 20 minutos "Filiberto, camarada, tu muerte será vengada" y "Filiberto, compañero, comandante machetero" bajo una ligera llovizna que los acompañó hasta el final de la manifestación.
Jóvenes que participaban en la protesta dibujaron en el piso grafitos que leían "23/09/05, comienza la guerra oficial".
Muriente exhortó a todos los puertorriqueños, sin importar su ideología, a unirse a las actividades que se realicen en honor a Ojeda Ríos.
El líder de la lucha armada por lograr que Puerto Rico obtuviera su independencia de Estados Unidos falleció de dos disparos al batirse a tiros con agentes del FBI.
El dirigente machetero se encontraba en el clandestinaje desde 1990, cuando se cortó un grillete electrónico y desapareció mientras se encontraba en espera de juicio. El FBI había ofrecido 1 millón de dólares por información que condujera a su arresto por el robo de 7.2 millones de dólares a un camión de la empresa Wells Fargo en Connecticut en 1983.
El dinero del atraco — uno de los más comentados y espectaculares en la historia estadounidense — se utilizó para la lucha por la independencia y para ofrecer regalos en comunidades hispanas pobres.
Durante sus últimos años en la clandestinidad, su labor se redujo considerablemente a dirigir mensajes escritos al pueblo puertorriqueños través de los medios de comunicación y grabados al sector independentista. En algunas ocasiones, concedía entrevistas exclusivas a algún periodista.
En el operativo de captura, la esposa de Ojeda Ríos fue arrestada y un agente federal recibió una herida de bala en el estómago, de acuerdo al FBI. Ya Elma Beatriz Rosado, compañera de vida del líder machetero, fue liberada.