Siguieron instrucciones. Eso fue lo que hicieron los tres empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) que tuvieron a su cargo cortar el servicio de electricidad durante el operativo federal en el sector Plan Bonito de Hormigueros, donde fue ultimado el líder del Ejército Popular Boricua (Los Macheteros), Filiberto Ojeda Ríos.

El director ejecutivo de la AEE, Edwin Rivera Serrano, sostuvo que sus trabajadores se limitaron a cumplir con el protocolo que precisamente estableció el Departamento de Seguridad Interna federal como respuesta a situaciones de desastre, emergencia o actos terroristas, por lo que tuvieron que atenerse a las órdenes de los agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) que controlaron el operativo.

"Qué sucedió allí, por qué cortaron la luz y la dejaron hasta la 3:30 de la tarde, (del sábado) nosotros no lo sabemos", dijo Rivera Serrano en entrevista con EL VOCERO. El funcionario dijo que ordenó realizar una revisión de las bitácoras de la corporación y que referirá al Departamento de Justicia (DJ) todos los datos desde que se originó la llamada que ocasionó la intervención de la AEE hasta que el FBI ordenó que se restableciera el servicio.

Desde el viernes en la noche, el líder de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ricardo Santos, denunció la cooperación de un funcionario de la AEE en la movida del FBI, que culminó con la muerte por desangramiento de Ojeda Ríos. A las 7:00 de la noche de ese día, la Oficina de Seguridad Corporativa recibió una llamada telefónica reclamando la presencia de un equipo de la AEE porque había un agente herido. El Sistema Nacional de Manejo de Incidentes del Departamento de Seguridad Interna estadounidense obliga a la AEE a responder de inmediato.

"Cuando llega (la brigada), el FBI controla la unidad porque quien controla el lugar son ellos", señaló el director ejecutivo de la AEE. El FBI ordenó desconectar el sistema eléctrico a las 8:10 de la noche y no permitieron que se restableciera hasta las 3:35 de la tarde del sábado. Rivera Serrano no identificó a sus trabajadores, tampoco al contacto del FBI que solicitó ayuda.

"Hasta este momento nadie sabe nada", declaró. Los empleados no han sido entrevistados por los investigadores del DJ.

Dejó en manos del secretario de Justicia, Roberto Sánchez Ramos, cualquier determinación de cuestionar el mencionado protocolo. "Tener que caer allí y ponernos bajo las órdenes de la entidad que está manejando el desastre es lo que se considera lo correcto. Si esa entidad obra en contra de la ley, soy el primero en denunciar que sea investigado. Pero no tengo elementos para denunciar ni una cosa ni la otra", concluyó Rivera Serrano.