Cuba Debate
Abril 21, 2005

SANTIAGO ALVAREZ CONFIRMA LA PRESENCIA DE POSADA EN EE.UU.

Jean Guy Allard
 
• Áun cuando Washington sigue afirmando que no dispone de pruebas acerca de la presencia de Luis Posada Carriles en territorio norteamericano, el representante del terrorista en Miami, Santiago Álvarez, reafirma públicamente que ese individuo vive ahora en Miami y que ha presentado formalmente su solicitud de asilo en EE.UU.

Santiago Álvarez Fernández-Magriña dio esa nueva confirmación al participar el miércoles 20 de abril, en el programa A mano limpia del periodista dominicano Oscar Haza, en el Canal 41 de esa ciudad.

Álvarez es el dueño de la nave camaronera La Santrina en la cual Posada viajó de Isla Mujeres, en México, hacia la Florida, penetrando ilegalmente en territorio estadounidense.

Contratista y dueño de una compañía de construcción en Miami, Álvarez fue retratado en la isla mejicana, cercana a Cancún, por la prensa local al lado del capitán de la embarcación, el agente de la CIA José Pujol, mientras Posada era observado caminando en el vecinaje. Luego viajó a EE.UU. con Pujol y los demás cómplices de esa operación.

En el curso del programa, Álvarez ha también proveído detalles sobre la vida de Posada en América Central después de ser ilegalmente indultado en Panamá, hasta su llegada en territorio de EEUU desde México. "Se desplazaba libremente, hasta fue a cazar!", dijo, añadiendo que había visto a Posada una veintena de veces.

Negó la acusación de Cuba según la cual introdujo a Posada en ese país, minutos después de haber reconocido que tal actividad constituye un crimen federal grave.

En declaraciones exclusivas a Radio Habana Cuba, el presidente del Parlamento Cubano, Ricardo Alarcón de Quesada, comentó que el gobierno de Estados Unidos no puede negar que tiene indicaciones de que Luis Posada Carriles esté en su país, y "carece de excusas formales para no hacer lo que tienen que hacer, que es ir a detenerlo".

Santiago Álvarez Fernández-Magriña ha sido miembro de grupos terroristas tales cómo Comandos L, y participó entre otras operaciones en un ataque terrorista en Boca de Samá, en Cuba, el 12 de octubre de 1971. Esa acción criminal provocó dos muertes y heridas graves a una niña.

El nombre de Álvarez encabezaba un listado entregado a las autoridades panameñas el día 10 de noviembre del 2000, en vísperas de la X Cumbre Iberoamericana, que incluía a los terroristas más connotados que tenían antecedentes recientes de planes de atentado contra el Presidente Fidel Castro.

Álvarez fue efectivamente uno de los que acompañarían a Luis Posada Carriles y los otros tres terroristas detenidos en Panamá en la preparación del atentado que fracasó.

Sin embargo, después del arresto de Luis Posada Carriles y sus cómplices miamenses, Álvarez ha visitado repetidamente a esos terroristas en su cárcel de Panamá hasta que Interpol se intereso a sus viajes.

Desde Miami dirigió varias campañas de recaudación de fondos a favor de Posada y demás presos, con la complicidad de los medios locales de comunicaciones y sin interferencia alguna de las autoridades policiacas.

A penas 48 horas después de que la justicia panameña reconociera la culpabilidad de Posada y sus secuaces, Álvarez presidía abiertamente en Miami un banquete a100 dólares el cubierto, en apoyo a favor de los condenados.

Después de negociar con la Presidenta panameña Mireya Moscoso el indulto de los cuatro presos, organizó su salida del país.

Dos aviones fueron fletados y pagados por conocidos cabecillas miamenses. Entre ellos se menciona a Leopoldo Fernández Pujals, Jorge Mas Santos, de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), el propio Alvarez y miembros del llamado Consejo para la Libertad de Cuba (fracción de la FNCA).

El FBI de Miami, dirigido desde unos meses por el Special Agent in Charge (SAC) Michael S. Clemens, un "especialista del terrorismo" según la prensa local, no reaccionó el 26 de agosto último cuando regresaron en territorio estadounidense los tres cómplices de Posada en la conspiración asesina de Panamá.

En una entrevista reciente otorgada al Miami Herald, Clemens subrayó que en su lucha contra el terror "los puertos y aeropuertos" de Miami constituyen una absoluta prioridad.

Todo confirma, con lo grosero de la aparición de Posada en Miami, a bordo de la Santrina, que esa prioridad no se aplica a los terroristas cubanoamericanos.

Clemens reemplazó al neoyorquino Jonathan Salomón, quien abandonó sorpresivamente su puesto después de sólo unos meses. Salomón había sustituido en diciembre del 2003 a Héctor Pesquera, uno de los SAC más desastrosamente excepcionales que tuvo el privilegio de mantener en Miami la policía de J. Edgar Hoover.

Durante cinco años se consagró, como nadie lo hizo antes, a la mafia cubanoamericana de Miami, al punto de ignorar totalmente, durante meses, la presencia en Florida de 14 de los 19 terroristas de Al-Qaeda que preparaban lo que fue el 11 de septiembre. Prefería dedicarse a perseguir a los cinco cubanos que se habían infiltrado en organizaciones extremistas cubanoamericanas, en búsqueda de... terroristas.

Con la bendición de Washington.