RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
El activista cubano anticastrista Luis Posada Carriles, acusado
de actos
terroristas, negó el lunes que hubiera dicho al diario
The New York Times
que la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) o su
fallecido
líder, Jorge Mas Canosa, hubieran contribuido con dinero
o dado
apoyo logístico a sus acciones.
Al mismo tiempo, familiares de Mas Canosa refutaron enérgicamente
dos
extensos reportajes publicados el fin de semana en el diario
neoyorquino,
y anunciaron su intención de demandar judicialmente al
rotativo y a los
autores del reportaje.
``Es completamente falso'', respondió Posada Carriles a
una pregunta del
reportero Rafael Orizondo, de WLTV/Canal 23, sobre si era cierto
que
dirigentes de la FNCA le pagaron para que llevara a cabo una
ola de
atentados en la isla.
Carriles añadió que ``también es completamente
falso'' que Mas, o algún
otro dirigente de la organización exilada, le hayan enviado
alguna vez
dinero para sus operaciones encubiertas en Cuba.
En una tensa conferencia de prensa el lunes en la sede la Fundación,
su
director, Jorge Mas Santos, recordó que el propio Posada
había negado
al diario The Miami Herald que su padre o la FNCA hubiesen
contribuido económicamente con sus actividades.
The Miami Herald citó en un reportaje publicado en junio
una fuente no
identificada, así como la autobiografía de Posada,
en la cual decía que
los directivos de la fundación, Francisco ``Pepe'' Hernández
y Manuel
Foyo, entre otros, le enviaban dinero para sus gastos personales,
pero
no para sus actos.
Ese dinero, explicó la fuente, era manejado aparte por
un amigo de
confianza en Miami que lo recaudaba sin decir exactamente adónde
iba y
se lo entregaba a Posada sin informarle su procedencia.
El fin de semana pasado, The New York Times citó al activista
en dos
reportajes diciendo que Mas Canosa y la FNCA le habían
suministrando
el dinero utilizado para financiar al menos 11 explosiones en
hoteles e
instalaciones turísticas cubanas.
``Jorge controlaba todo. Siempre que necesitaba dinero, él
decía que me
lo mandaran, me daba $5,000, me daba $10,000, me daba $15,000,
y
me lo mandaban'', dijo Posada, citado por The New York Times
en
artículos firmados por Larry Rohter, su corresponsal en
Miami, y Ann
Louise Bardach, periodista independiente.
En una entrevista televisiva el lunes, Posada Carriles dijo que
había
decidido hablar con el diario a fin de aclarar una serie de reportajes
``distorsionados'' sobre él que han salido recientemente
en la prensa
estadounidense.
``La periodista me ofreció aclarar esos conceptos y, a
través de ese
periódico, desmentir lo que fuera falso y admitir lo que
fuera verdadero'',
dijo el activista desde un lugar en Centro América no
identificado.
Posada agregó que la reportera ``magnificó todo
lo que salió en la
prensa, hizo un reportaje terrible con una serie de falacias''.
Lo
publicado, añadió, ``se aparta completamente de
la verdad''.
``Yo no represento el brazo armado de nadie, no pertenezco a la
Fundación ni a ninguna organización del exilio'',
dijo Posada Carriles.
El activista señaló que jamás había
recibido de la Fundación ni de sus
miembros ningún tipo de ayuda económica. ``Vivo
de mi trabajo, yo
pinto, yo vendo libros'', afirmó.
La entrevista fue presentada a los periodistas en la sede de la
fundación
en Miami, al final de una tensa conferencia de prensa en la que
el
reportero Rohter fue blanco de ataques y expresiones de repudio
por
parte de activistas y directivos de la FNCA.
La tensión en la sala subió luego de que Rohter
preguntó si podría
investigar los documentos contables de la familia Mas.
Fue cuando Irma Santos, viuda de Mas Canosa, rompió su
silencio y lo
increpó:
``¿Es usted del IRS? ¿Trabaja usted para el IRS?'',
dijo refiriéndose al
Servicio de Rentas Internas.
Los directivos de la Fundación se negaron a responder preguntas
del
reportero, y al final de la conferencia le pidieron que abandonara
la sala.
Mas Santos dijo que en los reportajes del diario hay una cantidad
significativa de contradicciones.
``Lo más insultante'', indicó, es una alegación
de Posada, citada por The
New York Times, de que él habló con su padre un
mes antes de su
muerte.
``Eso fue imposible físicamente, porque desafortunadamente
un mes
antes mi padre estaba [conectado] en un respirador artificial'',
dijo Mas
Santos.
En las declaraciones a WLTV/Canal 23, Posada afirma que el último
contacto que tuvo con Mas Canosa fue ``aproximadamente de ocho
a
10 años, no recuerdo exacto, pero hace mucho tiempo''.
En opinión de Mas Santos, el reportaje no pasa de ``un
intento por parte
de personas que quieren levantar el embargo para atacar mi familia
y la
FNCA, para que los esfuerzos en Washington y otras capitales
para la
liberación de mi país sean perjudicados''.
Después que el vídeo fue mostrado a la prensa, Mas
Santos dijo que se
sentía reivindicado porque Posada Carriles había
dicho que Mas Canosa
no le entregó dinero ni financió sus actividades.
``Ahí se dice todo, se ve una imagen de Luis Posada desmintiendo
totalmente el reportaje del New York Times que son falsedades,
lo cual
yo aquí he reiterado, y por lo menos estoy satisfecho
que ha aclarado
este artículo. Estoy satisfecho que se ha aclarado el
nombre de mi padre
y la Fundación'', dijo Mas.
Anteriormente, en la misma conferencia, Mas Santos aseguró
a El Nuevo
Herald que el activista anticastrista no era creíble.
``No tengo ninguna opinión sobre Posada Carriles. No cargo
una
opinión sobre una persona que no es creíble'',
dijo Mas.
Después de ver el vídeo, Rohter reconoció
a Posada como la misma
persona que su colega entrevistó para The New York Times.
Además,
sostuvo la veracidad de lo reportado.
Una portavoz del diario defendió a sus reporteros. ``Tenemos
tres días
de conversaciones grabadas con el señor Posada, en las
cuales él dice
que las bombas en los hoteles y otros actos fueron apoyados por
líderes
de la Fundación'', dijo Nancy Nielson, de relaciones corporativas
del
diario.
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