El Nuevo Herald
Aug. 31, 2004

Moscoso admite polémica llamada

Servicios de El Nuevo Herald
PANAMA

La presidenta Mireya Moscoso confirmó ayer que se comunicó por teléfono con el ex embajador estadounidense en Panamá, Simón Ferro, para comunicarle que había indultado a cuatro anticastristas.

''Escuchen bien claro: sí, fui yo la que llamé'', dijo la mandataria a la emisora Estereo Bahía, al confirmar versiones periodísticas de que llamó a Ferro después de otorgar el indulto a cuatro anticastristas, a quienes Cuba acusa de planear un atentado contra Fidel Castro durante la cumbre iberoamericana del 2000 en Panamá.

''Llame, porque él (Ferro) me había llamado, para preguntarme si era cierto que yo había indultado a los cuatro cubanos'', agregó Moscoso.

El ministro de Gobierno y Justicia, Arnulfo Escalona, explicó que la grabación del mensaje telefónico que dejó Moscoso a Ferro (embajador en Panamá de 1999 al 2001) fue proporcionada por el propio ex diplomático a un medio de comunicación en Miami y no por la inteligencia cubana, como señalaron versiones de prensa en la capital panameña.

''La grabación que la presidenta Moscoso ha anunciado no la adquirió ningún servicio secreto cubano'', subrayó Escalona.

Explicó que ``el embajador Ferro en un programa el viernes en la noche en Miami, les puso la grabación''.

''Es totalmente falso que el servicio secreto cubano haya interceptado la llamada'', aseguró el ministro.

Moscoso detalló que ella ''le devolvió la llamada a Ferro, como le devolví la llamada a otros'' que preguntaron por el indulto a los cubanos.

"Así que no tengo por qué ocultar lo que yo hice. El señor Ferro es un excelente amigo que me había estado llamando desde días anteriores, preguntándome si era verdad (el indulto)''.

''No tengo por qué sentirme avergonzada de lo que hice. Lo hice consciente de que estaba haciendo algo humanitario con estas personas'', reiteró Moscoso.

Ferro, que reside en Miami, aseguró ayer que la llamada que le hizo la presidenta panameña fue ''de cortesía'' y que EEUU no se involucró en la decisión de ninguna manera.

''Fue una llamada de cortesía que aprecié inmensamente'', afirmó.

El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, volvió a negar ayer la participación de Washington en la decisión de indultar a los anticastristas.

Los cuatro cubanos cumplían condenas de siete a ocho años en Panamá, por asociación ilícita para delinquir y falsificación de documentos, pero no por atentar contra Castro. La justicia panameña dijo que no encontró pruebas suficientes.

El indulto causó que Cuba rompiera sus relaciones diplomáticas con Panamá.

Por otra parte, el presidente de Honduras, Ricardo Maduro, afirmó ayer que si el anticastrista cubano Luis Posada Carrilles se halla en ese país, ``será tratado como un delincuente''.

Maduro subrayó que Posada y los otros tres cubanos, que luego viajaron a Miami, supuestamente llegaron a San Pedro Sula, en el norte de Honduras, el pasado jueves ``con pasaportes y nombres falsificados''.

''Cualquier persona que entra al país sin autorización, sin la visa debida, sin el permiso de migración, es un inmigrante ilegal y será tratado como tal'', agregó.