POR GABRIEL VEGA —de PL—

                   PANAMA.— El gobierno cubano culminó este martes la presentación de
                   los documentos exigidos por la legislación panameña para solicitar la
                   extradición del comando terrorista que intentó asesinar al presidente
                   Fidel Castro durante la pasada Cumbre Iberoamericana.

                   El Embajador de Cuba en Panamá, Carlos Zamora, entregó a la
                   Cancillería istmeña más de 10 tomos que recogen, por separado, los
                   hechos por los que su país solicita la extradición de los
                   cubano-americanos: Luis Posada Carriles, Guillermo Novo, Gaspar
                   Jiménez y Pedro Remón.

                   Los terroristas permanecen detenidos aquí desde el 17 de noviembre
                   pasado por planificar y preparar un atentado contra el mandatario
                   cubano durante un acto en el Paraninfo de la Universidad de Panamá al
                   que asistieron mas de 2 mil personas.

                   Por otra parte, el Ministerio Público istmeño se encuentra recabando
                   todas las evidencias y pruebas para enjuiciar a los detenidos por los
                   delitos de asociación ilícita para delinquir y posesión de explosivos.

                   Estas acciones de la Fiscalía se han visto entorpecidas por una petición
                   de negativa a indagatoria, pendiente a responder por el tribunal, que
                   formuló el abogado defensor de los terroristas, el ex procurador y
                   profesor universitario, Rogelio Cruz.

                   Cruz ha manifestado a la prensa tener la confianza de que los cuatro
                   implicados no serán extraditados a Cuba aun cuando la Cancillería se
                   encuentra en el proceso de evaluación y estudio de la petición de
                   extradición.

                   Otra de las cuestiones planteadas por la defensa es su oposición a que se
                   le realicen pruebas de ADN a los detenidos para cotejarlas con muestras
                   de cabello encontradas en un maletín que contenía 20 kilos del poderoso
                   explosivo C-4, como solicitó la fiscal del caso, Argentina Barrera.

                   El maletín fue ocupado por los estamentos de la seguridad panameña a
                   José Hurtado, quien fungía como chofer de Posada Carriles y sus
                   cómplices en los preparativos del acto criminal.

                   En tanto, la Universidad de Panamá se prepara para formular una
                   denuncia contra los terroristas, pues éstos pretendían utilizar las
                   instalaciones de ese alto centro de estudios para actos de esa naturaleza.

                   Los profesores y alumnos de la alta casa de estudios han expresado a la
                   opinión pública su preocupación sobre los daños y perjuicios que hubiera
                   podido causar la acción terrorista, de haber sido perpetrada.

                   De concretarse el atentado contra el Jefe de Estado cubano hubieran
                   podido morir miles de panameños, y se habrían provocado graves daños
                   a la Universidad y las instalaciones cercanas, entre las que se encuentra
                   un hospital del Seguro Social.