Cuba no cejará en su lucha por la justicia y contra el terrorismo
Ya están en Miami tres de los cuatro terroristas y Posada Carriles es ocultado en un país centroamericano
Arnaldo Musa
La monstruosa acción de la señora Mireya Moscoso de indultar a Luis Posada Carriles y sus secuaces constituye una afrenta a la memoria de las víctimas mortales de los actos terroristas y a sus familiares, a los pueblos de Cuba y Panamá, y a la comunidad internacional, se reiteró este viernes en la Mesa Redonda.
La decisión, tomada bajo la presión de Washington y de la mafia de Miami, es una violación grosera de la legislación panameña, de los instrumentos internacionales para combatir el terrorismo, y convierte a la Presidenta de Panamá en cómplice y responsable de la impunidad de los cuatro asesinos indultados.
La señora Moscoso cargará para siempre con la responsabilidad histórica de esta acción repugnante y traicionera y será igualmente responsable de los nuevos crímenes que estos asesinos puedan cometer. Así también caerá la culpa sobre los gobernantes centroamericanos que acogen, amparan y ocultan al notorio asesino Luis Posada Carriles.
El indulto y los posteriores acontecimientos relacionados con los terroristas han motivado una amplia repulsa internacional. Venezuela, que igual que Cuba tenía solicitada la extradición de Posada Carriles, retiró a su Embajador en Panamá como muestra de rechazo a la servil decisión, y el presidente Hugo Chávez canceló su viaje al istmo para asistir a la toma de posesión del nuevo mandatario.
Moscoso, quien dentro de cuatro días concluirá su mandato como Presidenta de Panamá, decretó este jueves la amnistía para Luis Posada Carriles, Guillermo Novo Sampoll, Pedro Crispín Remón Rodríguez y Gaspar Jiménez Escobedo, detenidos, enjuiciados y condenados en aquel país luego de planificar un atentado contra el Presidente Fidel Castro en noviembre del 2000.
En una entrevista con la CNN, Mireya Moscoso dijo cínicamente que nunca la acusación fue por terrorismo, expresó sus dudas de que Posada y sus cómplices fueran terroristas y afirmó que no tenía conocimiento al respecto, cuando la Seguridad cubana ya le había dado amplia información acerca de 40 terroristas de origen cubano que pudieran entrar a Panamá, específicamente estos cuatro.
Con su decisión, la mandataria pasó por alto el amplio historial de terrorismo de los indultados y de muchos de sus cómplices de la mafia anticubana, contado profusamente en la Mesa, moderada por Randy Alonso y con la participación de Juana Carrasco, Reynaldo Taladrid, Bárbara Betancourt y Nidia Díaz.
El programa divulgó una entrevista del Canal 41 de Miami a Pedro Crispín Remón, al llegar este a esa ciudad, en la que pudo escucharse la llamada telefónica de la Moscoso al ex Embajador de Estados Unidos en Panamá para darle la noticia de que los terroristas ya habían sido indultados, es decir, informándole que la misión había sido cumplida.
En este contexto se informó que el presidente norteamericano George W. Bush viajó por vez número 24 a la Florida, con ínfulas plenamente electorales, para sacar provecho, se indicó, de la excarcelación de estos "luchadores por la libertad", como califican muchos medios imperiales a los asesinos.
Silvio Guerra, uno de los abogados querellantes, calificó por teléfono de sui géneris el indulto otorgado por la Moscoso, "un antindulto —consideró— que es improcedente, porque no era un delito de naturaleza política, sino contra la humanidad. Mireya dio un beso con mucho cariño a los terroristas, consternando a la nación entera y a la comunidad internacional", subrayó.
No se puede olvidar que Posada Carriles y sus tres cómplices han sido liberados en un instante en que el imperio lleva a cabo, supuestamente, una cruzada contra el terrorismo, y que su excarcelación es comparable con el indulto que el Gobierno norteamericano le diera al conocido asesino Orlando Bosch, quien nunca se ocultó para decir que era el autor de más de 50 atentados terroristas contra Cuba.
La acción de Mireya Moscoso, ordenada por Washington, no sorprende. Bush había dicho que en Estados Unidos no podían entrar ni terroristas ni corruptos. Ya llegaron los terroristas. Y Mireya Moscoso va constantemente a bañarse en las aguas de Miami, recordó Nidia Díaz, mientras Randy Alonso expresó finalmente:
"Lo ocurrido es una nueva demostración de la inmoralidad y la
falta de principios del Gobierno norteamericano en la lucha contra el terrorismo
al acoger en su territorio, con total impunidad, a tres de los cuatro terroristas
indultados, que ya se pasean libremente por las calles de Miami y acuden
ufanos a sus medios de comunicación. Cuba no cejará nunca
en su lucha por la justicia y en su batalla contra el terrorismo."