Caso Posada Carriles: Silencio y campañas a un mes de prisión
JOAQUIN RIVERY
Luis Posada Carriles cumplió ayer un mes en la cárcel en
medio de
una gran campaña de presión sobre el gobierno panameño
y de
desinformación para lograr a toda costa su libertad.
El veterano terrorista, al que los asesinatos se le cuentan por
decenas, está sumido en un mar de silencio como parte de la
estrategia de su abogado defensor para dilatar el proceso, mientras
en Miami, la Fundación Nacional Cubano Americana se preocupa
por el "patriota" y lanza a la publicidad versiones increíbles de
que
fue engañado.
Posada es un buen pretexto para la Fundación y una serie de
organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en Miami para
seguir lucrando con la llamada "lucha contra el comunismo" en
Cuba.
Ahora se desató allá la recaudación de dinero para
"sufragar" los
gastos de la defensa del terrorista, igualito que en otras
oportunidades muy favorables para los que se hicieron ricos
gracias a donantes engañados o temerosos de que la falta de un
"aporte" pueda repercutir haciéndolos perder más dinero del
que les
cuesta la "contribución".
Los lidercillos de Miami son insaciables y difícilmente podrían
perder la ocasión de embolsillarse unos cuantos dólares a
costa de
la prisión de Posada, dejarían de ser lo que son.
La orden de guardar silencio dada a Posada y a los otros cómplices
del atentado que se preparaba en Panamá es parte del juego
dilatador, igual que la insólita e ilusa versión de que el
astuto y
macabro terrorista fue engañado para que viajara al país
del istmo.
Pero sus maniobras están encontrando una seria respuesta de
rechazo no solamente en la posición de Cuba, sino también
de
muchas organizaciones y personalidades panameñas realmente
iracundas por la masacre que preparaban los delincuentes y
molestas por haber sido utilizado el territorio nacional para fines tan
criminales.
Es fácil explicarse la reacción de la opinión pública
panameña
contra la liberación del grupo contrarrevolucionario y a favor de
su
extradición a Cuba, porque Posada Carriles en libertad puede
significar la posibilidad de que los intentos se repitan, poniendo así
en peligro la seguridad nacional de la nación que sea escogida para
cualquier atentado.
No se debe olvidar que el defendido de la Fundación tenía
planes
para hacer estallar una bomba en un avión de alguna empresa
centroamericana de las que realizan vuelos a Cuba, sin importarles
el saldo de víctimas inocentes que pudieran causar.
La voladura del aparato de Cubana de Aviación en Barbados es una
buena muestra de la falta de escrúpulos de esa gente. Si ya lo
hicieron una vez, ningún remordimiento de conciencia les impide
volver a hacerlo. Recordemos que el mismo Posada Carriles
declaró en su entrevista con The New York Times que él duerme
plácidamente.
Impedir más derramamiento de sangre no es solamente tarea de
Cuba, sino también de la comunidad internacional, tan preocupada
por el terrorismo y amenazada igualmente de nuevas barbaridades
patrocinadas por la Fundación.