El Nuevo Herald
14 de diciembre de 2000

Tokio sabía desde 1997 que Fujimori era japonés

Un ex diplomático nipón en Lima señala que su gobierno le hizo callar

Agence France Presse
LIMA

El ex diplomático Shitaka Ogura reveló ayer que la embajada de Japón en Lima
sabía desde 1997 que el destituido ex presidente peruano Alberto Fujimori tenía
la nacionalidad japonesa.

La embajada no reveló en esa ocasión la información por órdenes superiores,
según trascendió en medios diplomáticos.

Ogura dijo también a la radioemisora RPP, entrevistado desde Tokio, que
durante el rescate de los rehenes en la embajada de Japón, en abril de 1997, las
fuerzas de élite peruanas cometieron ejecuciones extrajudiciales con varios
terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

``Yo sabía desde hacía más de tres años [que Fujimori era japonés] porque
cuando [en la prensa peruana] se cuestionó la nacionalidad de Alberto Fujimori
yo leí el koseki [registro de inscripción familiar] que me entregó su hermano
Santiago'', indicó Ogura, que era en ese momento primer secretario de la
embajada en Lima y número dos de la representación.

La declaración se produjo 24 horas después de que Tokio confirmara que
Fujimori era japonés porque sus padres, que emigraron a Perú durante la década
de los años 30, registraron su nacimiento en el consulado nipón de Lima en
1938 y presentaron una solicitud para que el bebé conservase la nacionalidad de
sus padres.

La decisión de las autoridades japonesas causó molestia y consternación en
Lima, donde la revelación de que Fujimori posee la doble nacionalidad cuestionó
la legitimidad de las leyes y decisiones adoptadas en su régimen.

Ogura explicó que no lo denunció ``porque en ese momento yo era diplomático y
no podía opinar sobre un asunto privado de una persona''. En ese momento, julio
de 1997, una investigación de la periodista Cecilia Valenzuela acusaba a
Fujimori de haber nacido en Japón y de haber mentido al país sobre su
nacionalidad.

En relación con el rescate de los rehenes en la residencia del embajador del
Japón en Lima, Ogura --que estuvo cautivo durante los 126 días que duró ese
episodio-- acusó al gobierno peruano de incurrir en acciones al margen de la ley
al asesinar a un grupo de 12 terroristas que ya se habían rendido.

En abril de 1997, comandos de élite de las fuerzas de seguridad peruanas
tomaron por asalto la residencia del embajador nipón para liberar a 72 rehenes
que permanecían desde diciembre de 1996 como rehenes de 14 terroristas del
MRTA.

Ogura sostuvo que sugirió al gobierno de Tokio protestar por la forma en que
Lima resolvió a sangre y fuego la crisis de los rehenes, pero que se topó con la
negativa de las autoridades a darle curso a su pedido, lo que lo llevó a solicitar
su cambio en el servicio.