Utilizó a todas las mujeres que se cruzaron en su camino
La mayoría de ellas tiene la sombra de la cárcel, las investigaciones
y las amenazas. Las supo elogiar y llenar de lujos, pero las hizo
cómplices y les robó su libertad.
Montesinos era uno de esos tipos que se pasó la mitad de su vida
violando... las leyes, las confianzas, las lealtades. Y como buen y
empedernido infractor, empleó la otra mitad de sus días dándole
la
contra a ese peculiar mandamiento cristiano que ordena a vivir en
monogamia. Durante los años en que se mantuvo en el poder
Vladimiro se creó, a la par que un círculo de solícitos
mafiosos, otro
entorno, rosa. ¿Pasatiempo, costumbre, necesidad? No contento
con su matrimonio de años con la profesora Trinidad Becerra,
disponía de un amplio conjunto de faldas con piernas incluidas.
"No
cometerás adulterio". Pamplinas, pensaría el 'Doc'.
Las mujeres lo seducían tanto como los ternos y los relojes. Cada
una de ellas cumplía su respectivo papel. Jackeline Beltrán,
Enma
Aurora Mejía y sus mucamas eran sus compañeras de alcoba.
Mientras que la animadora Laura Bozzo, Matilde Pinchi Pinchi, Blanca
Nélida Colán tenían el compromiso de ayudarlo a engordar
la
billetera.
No parecían pelear entre sí, todas recibían premio
por la
abnegación. Así fue como la propia presentadora de
televisión Laura Bozzo coqueteaba en las amarillentas
páginas de la prensa chicha desmintiendo la posesión de un
luminoso collar de diamantes (de200 mil dólares) regalado por el
'Doc'. Eran los tiempos de la reelección y la Bozzo no
escatimaba elogios al fujimorismo ante su cotidiana platea de
incautos mirones.
Algunos ojos anónimos decían haberlos visto juntos, a la
doctora y al doctor, visitando una conocida librería de San
Isidro que, para tales ocasiones, cerraba las puertas al resto
de la clientela. Otros la vieron ingresar también al Pentagonito.
La
relación era oscura, aunque la entrenada conductora de talk-shows
siempre negó cualquier cosa
que no fuera una mutua admiración. "No me avergüenzo de decirlo:
para mí el doctor Montesinos
es el hombre más inteligente del Perú", dijo Bozzo antes
de que Montesinos fugara del país y de
que ella empezara a sentir vergüenzas solitarias.
Ésa era la actitud de las figuras públicas cercanas al asesor.
Blanca
Nélida Colán, ex fiscal de la Nación, asumió
el papel del Pedro negador y
rechazó mantener cualquier intimidad con el oscuro personaje. En
1996,
cuando Colán salió a desvirtuar en un programa de televisión
las
acusaciones que señalaban que Montesinos había recibido dinero
de
organizaciones de narcotraficantes, ya Colán había empezado
a adquirir
silenciosamente una residencia valorizada en varios cientos de miles de
dólares. Nunca dijo que el 'Doc' la había hecho madrina de
su hija menor,
hasta que un 'vladivideo' la mostró cariñosa, con gesto de
abuelita
consentidora, compartiendo una torta de cumpleaños con la familia
oficial
de Montesinos. Para el 'Doc' se trataba simplemente de Blanquita.
Cada quien en su papel. El 'Doc' era un diestro
manejador de las circunstancias. El asesor
presidencial que aparentaba desvelos de
estadista en la salita solitaria del SIN, mientras se
llenaba los bolsillos con dinero mal oliente, se
afanaba en hacer creer que carecía de vida
privada. Todo lo contrario, solía afrontar múltiples
embrollos caseros en su vida hogareña, pero
con su amante. Jackeline Beltrán nunca supo que
Rosita, esa mujercita que se presentaba
cotidianamente en la casa de playa de Arica
como una simple empleada, era en realidad
Matilde Pinchi Pinchi, una de las principales
testaferros de 'Vladi', como llamaba Jackie a su
conviviente.
Montesinos, muy aficionado a las frotaciones, le había dicho a Beltrán
que Rosita era simplemente
su majista. Esa coartada, la de sus dolores de espalda, fue la que había
usado el 'Doc' años
atrás, en 1989, cuando necesitado en realidad de otros afectos más
carnales empezó a seducir
a la mucama de su esposa. De nada sirvieron sus explicaciones. Doña
Trinidad, ni bien se enteró,
echó de la casa a la muchachita.
¿Habrá sido la primera vez que Vladimiro demostró
real
afecto? No cree eso Francisco Loayza, ex asesor del
SIN, quien refiere que Montesinos le rogó que acogiese
a Magali en su casa. "Un cuartito nomás. No tiene
adónde ir, Francisco", lo convenció el 'Doc', quien una
vez logrado su objetivo pasaba las mañanas en casa
de Loayza desayunado con la chica "como un
adolescente ilusionado con el primer amor", según
cuenta el antiguo amigo.
No es sorprendente que muchos de los que se han
involucrado con Montesinos hayan acabado mal:
Muertos, presos, fugados. El caso es que Loayza
nunca supo lo que pasó con la muchacha la noche en
que ella aceptó ir a una discoteca con su antiguo
patrón. "Por la mañana al ir a su habitación ya no
estaban sus ropas. Años después me enteré de que se
había integrado a un comando de
Sendero Luminoso", recuerda Loayza.
Jackeline Beltrán tampoco sabe lo que pasará con ella. Ahora
su cuerpo de modelo madura
acostumbrado a las caminatas en la playa, pasa los días en la sombra
de una prisión. Con ella la
estrategia fue distinta. Él era el segundo hombre más poderoso
del Perú y ella una secretaria
altiva. Él tenía dinero y ella no. Ella tenía una
hija con un marido que no cubría sus aspiraciones y
él decía que se iba a divorciar. Él le puso una casa
con una piscina a sus pies y ella se enamoró
de la ternura del pretendiente.
¿La ternura? Cuando el año pasado la policía entró
a patadas a la maquillada mansión de la playa
Arica (que por fuera parecía un simple corralón) encontró
el lujo apretado de aquella intimidad. Un
cuarto arregladísimo para la hija de Jackie. Una cochera para sus
autos. Un gimnasio para ella. Y
las fotografías del cuerpo de Jackie en todas las habitaciones por
las que recorría el 'Doc'.
Con Vladimiro ella conoció el mundo. Pasearon de la mano por la
Plaza Roja en Moscú. Jackie se
sentía bien cuando él la presentaba como su mujer en sus
recorridos por Chile, Brasil, Estados
Unidos. Pero más feliz parece haberla hecho cuando Vladimiro le
regaló una pareja de perros.
"Un macho que se llamaba Stallone, y que representaba a Vladi, y la hembrita
llamada Candy, que
era yo", recuerda ahora Beltrán bajo la fría sombra de su
presidio.
Porque aunque ella lo acompañó en la primera fuga a Panamá,
y se esforzó en cocinar para é< y
cuidarlo y hacerle masajes y... Montesinos no la volvió a llamar
para su escape definitivo, unas
semanas después de haber retornado sigilosamente al Perú.
El 'Doc' eligió a otra para que cuidara
sus desvelos.
A Alicia Carranza le dijeron el sábado 28 de octubre que el viaje
en el velero Karisma no pasaría
de un par de vueltas alrededor de la isla de San Lorenzo. Dueña
de un cuerpo esbelto y una
mirada que invita a las insinuaciones, la muchacha aceptó. El coronel
Aívar Marca, quien se había
encargado de arreglarlo todo para la fuga, no había olvidado ese
pequeño detalle. Sabía que en el
estado en que se encontraba el 'Doc', sin ganas de comer, con la barba
descuidada y el rostro
derrotado, necesitaría de masajes y de otros cuidados más
íntimos y femeninos. Ahora la chica,
retornada al país víctima del engaño, se queja de
recibir amenazas de muerte. Se queja,
simplemente, como todas aquellas que en algún momento se cruzaron
por el camino del 'Doc'.
(MARCO AVILÉS)