El hombre más poderoso y corrupto de la historia del Perú
Vladimiro Montesinos, brazo derecho del depuesto jefe de Estado Alberto
Fujimori, y considerado
el hombre más corrupto y que más poder ha tenido en la historia
de Perú, está acusado en este país
de narcotráfico, enriquecimiento ilícito, torturas y asesinato,
entre otros delitos.
Prófugo de la Justicia peruana y en paradero desconocido desde hace
ocho meses, Montesinos
fue detenido la noche del pasado sábado n Caracas, según
anunció hoy el presidente
venezolano, Hugo Chávez.
El descubrimiento de los delitos de Montesinos y su huida provocó
la caída de Fujimori como
presidente y su fuga a Japón, además de la detención
de los principales mandos de las Fuerzas
Armadas, considerados sus cómplices.
Nacido el 20 de mayo de 1945 en la ciudad peruana de Arequipa, Montesinos
optó por la carrera
militar y llegó al grado de capitán el Ejercito, arma de
la que fue expulsado con deshonor en 1977.
Ya fuera del Ejército y tras estudiar Derecho, se especializó
en poo tiempo en defender como
abogado a algunos de los más famosos narcotraficantes peruanos y
colombianos.
Cuando Alberto Fujimori ganó las elecciones de 1990, eligió
a Montesinos como su principal
asesor en materia de seguridad del Estado y le encargó la dirección
en la sombra del Servicio de
Inteligencia Nacional (SIN).
Desde esa posición, Montesinos se hizo con el control absoluto del
Estado, con el beneplácito de
Fujimori como presidente de la República y apoyado por las Fuerzas
Armadas, lo que le permitió
amasar una fortuna, fruto de diferetes actividades ilegales, que podría
superar los 500 millones
de dólares, según las investigaciones en curso.
Montesinos construyó el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN),
una enorme red de información
que permitió al Gobierno de Fujimori infiltrarse en la banda terrorista
Sendero Luminoso y
derrotarla, pero también espiar la vida privada de políticos,
empresarios, militares y otras
personalidades.
Desde 1990 hasta septiembre de 2000, y aunque sin ocupar ningún
cargo oficial en el Gobierno,
Montesinos dirigió los Servicios secretos, ejerciendo un auténtico
poder en la sombra.
Apodado el "Doctor" y el "Rasputín" del fujimorismo, la oposición
lo relacionó siempre con
diversas violaciones de los derechos humanos, entre ellas la matanza de
Barrios Altos, en
noviembre de 1991; la matanza de nueve estudiantes y un profesor de la
Universidad de La
Cantuta, en julio de 1992; la tortura y posterior asesinato de la agente
del Servicio de inteligencia
Mariela Barreto, en 1996; y la tortura de la ex agente Leonor La Rosa,
en 1997.
El 14 de septiembre de 2000 se difundió un vídeo en el que
se veía a Montesinos entregando
dinero al diputado de la oposición Aberto Kouri, en la sede del
Servicio de Inteligencia Nacional
SIN), supuestamente para que el parlamentario aceptase pasarse a las filas
del partido en el
Gobierno.
La revelación del soborno desató un gran escándalo
político y forzó a Fujimri a renunciar de
hecho a la Presidencia, a convocar elecciones en las que no participará
y a desactivar el Servicio
de Inteligencia Nacional (SIN).
El 24 de septiembre Montesinos huyó a Panamá y regresó
inesperadamente a Perú el 23 de
octubre, permaneciendo desde entonces en paradero desconocido.
El 25 de octubre, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Conadeh),
organismo que
agrupa a más de 30 grupos defensores de los erechos humanos en Perú,
denunció a Montesinos
por los delitos de genocidio, tortura, terrorismo, lesiones graves y homicidio
calificado.
El 2 de noviembre las autoridades de Suiza informaron de la existencia
de varias cuentas
bancarias de Montesinos en ese país con 48 millones de dólares
depositados en ellas y le
acusaron de "lavado de dinero".
Como consecuencia, el Gobierno peruano abrió una investigación
y eignó al abogado José Ugaz
procurador especial encargado del caso.
El día 6 de noviembre la justicia peruana ordenó el arresto
de Montesinos y el embargo preventivo
de sus bienes; y tres días después Fujimori reveló
la existencia de otras cuentas bancarias de su
ex asesor en la isla caribeña de Gran Caymán, en Montevideo
(Uruguay) y en Nueva York
(Estados Unidos).
Montesinos está acusado de corrupción de funcionarios, "lavado"
de dinero procedente del
narcotráfico, tráfico de influencias, efraudación
tributaria, tortura, asesinato y enriquecimiento
ilegal.
El "hombre fuerte" del régimen de Fujimori espió a todas
las personas importantes e influyentes
del país y con esa información sometió bajo su poder
a jefes militares y policiales, políticos,
jueces, fiscales, abogados, funcionarios públicos, ministros, empresarios
y periodistas, mediante
la extorsión o el sobono.
Además, se encargó directamente de ejecutar y grabar en vídeo
sos actos de soborno, y fueron
precisamente esas imágenes las que le traicionaron y acabaron con
su poder y,
consecuentemente, con el réimen de Fujimori, actualmente refugiado
en Japón al amparo de su
nacionalidad nipona.
Montesinos está casado con María Trinidad Becerra, con quien
tiene dos hijas, Silvana y
Samantha, y tenía una amante, Jaqueline Beltran, quien está
encarcelada y procesada como
cómplice de sus delitos.