"Abimael y Polay no están implicados en el atentado"
Monseñor Bambarén revela que los hizo orar por la paz en la Base Naval
Por SILVIA ROJAS
....En el mismo momento en que una bomba terrorista estallaba
en el Centro Comercial El Polo resucitando el horror legado "por
Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru (MRTA), los ex cabecillas de ambos grupos asesinos abjuraban de la
violencia en un encuentro religioso con monseñor Luis
Bambarén Gastelumendi, en la Base Në"aval del Callao.
"Abimael Guzmán y Víctor Polay ahora rechazan el terrorismo,
manifiestan que la lucha armada fue
un error y una aberración, lo que me lleva a creer que no están
implicados en el atentado de anoche
(miércoles)", dice Bambarén a La República, al relatar
la reunión que sostuvo con los jefes
terroristas.
"Es imposible que la muerte de los nueve inocentes haya sido producto de
la instrucción de esas
mismas personas que descubrieron sus nuevas convicciones al calor de un
cigarrillo", dijo monseñor
Bambarén.
La inexpugnable prisión militar abrió sus puertas, de forma
excepcional, para que por primera vez el
presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, en calidad de simple amigo,
visite al legendario y
repudiado Abimael Guzmán Reinoso (alias "presidente Gonzalo"), líder
de Sendero Luminoso, así
como el fundador del MRTA, Víctor Polay Campos (alias, "comandante
Rolando"), los más grandes
terroristas del país.
Pero, además, Bambarén departió con Elena Iparraguirre
Revoredo, conviviente de Guzmán, y
Oscar Ramírez Durand (alias "Feliciano)", principales líderes
senderistas. Los dirigentes
emerretistas Miguel Rincón Rincón y Peter Cárdenas
Schultz también participaron.
Leyeron la biblia
"Abrieron su corazón y su actitud ha sido de sincero arrepentimiento.
Están convencidos de que el
camino que siguieron, de la lucha armada, estuvo plagado de errores y nunca
debieron seguirlo",
explicó Bambarén.
De esa jornada, que empezó a las seis de la tarde y culminó
casi a la medianoche, Bambarén sólo dice que fue de "carácter
íntimo"
además de reveladora.
"Estoy muy contento. Espero que se repita pronto", nos confió.
La beatífica mediación de Bambarén en la
huelga de hambre de los senderistas y emerretistas hizo posible el acercamiento.
Aplacada la
protesta, el prelado recibió sendas cartas de los cabecillas
subversivos. "Cartas muy lindas", recuerda. Lo invitaban a dialogar.
El representante de la Iglesia Peruana y miembro del Foro de
Gobernabilidad en la mesa de diálogo por la concertación
se despojó
entonces de cualquier investidura y acudió, según
sus propias palabras, como un "simple pastor".
Ya en la Base Naval, se reunió con los seis encarcelados
ñdel séptimo, Vladimiro Montesinos Torres, dice no querer
verloñ y les
regaló una Biblia a cada uno. Leyó pasajes del
texto sagrado y ellos escucharon atentos, intercambiaron ideas. "Volcaron
sus
sentimientos más profundos", relató.
Abrieron sus corazones
"¿Fue una confesión? ¿Cómo si ellos
no son creyentes?", preguntamos.
"Ha habido un proceso, ellos han cambiado y sí son creyentes",
afirma Bambarén, y eso sí es una revelación.
Pero más allá de las mutaciones de los líderes
de Sendero Luminoso y el MRTA, Bambarén destaca que en la reunión
"no hubo
reclamos" sino que el interés de la cita fue el diálogo
en sí mismo.
Es más, los encarcelados manifestaron su reconocimiento
a la autoridad de la Comisión de la Verdad, por lo que estarán
dispuestos a
colaborar con su testimonio en las investigaciones sobre los
hechos de violencia de las décadas pasadas, proceso que se iniciará
en las
próximas semanas.
A su salida de la prisión naval, Bambarén se enteró
de la fatal noticia: la historia se repite y la semilla, sembrada por los
hoy arrepentidos,
no ha sido erradicada.
Abimael Guzmán, Elena Iparraguirre y Oscar Ramírez
cumplen cadena perpetua de la misma manera que Víctor Polay, Miguel
Rincón y
Peter Cárdenas. La mayoría ha cumplido una década
encerrada en la Base Naval del Callao bajo rigurosas condiciones de prisión.