'Comisión de la Verdad' divide la política panameña
E l opositor PRD acusa al gobierno de pretender enlodar la imagen de Omar Torrijos
CARMEN JIMENEZ / EFE
CIUDAD DE PANAMA
El anuncio de la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, de crear
una
Comisión de la Verdad para esclarecer el destino de los 150
desaparecidos
durante el régimen militar (1968-1989) abrió ayer una
fuerte polémica en el país.
Martín Torrijos, secretario general del Partido Revolucionario
Democrático (PRD),
principal partido de la oposición, denunció ayer que
tras la apertura de las
investigaciones sobre los desaparecidos ``hay una clara intención
de enlodar la
imagen'' de su padre, el general Omar Torrijos, líder absoluto
durante los años
del régimen militar.
Tras los hallazgos en los últimos quince días de tres
osamentas enterradas en
un cementerio clandestino ubicado en un antiguo cuartel militar, en
las afueras
de la capital panameña, Moscoso, que visitó el miércoles
las excavaciones,
anunció la formación de una Comisión de la Verdad
que ``deberá estar alejada
de la política y de la venganza''.
Once años después de que concluyera el régimen
militar con la invasión de
Estados Unidos en 1989, y tras los hallazgos de cinco osamentas --desde
que
en septiembre de 1999 se iniciaron las excavaciones en el que fuera
cuartel
militar de Los Pumas, unidad de infantería de la extinta Fuerza
de Defensa--, el
izquierdista PRD denunció que hay un claro interés político
del gobierno de la
presidenta Moscoso en torno a este caso.
Martín Torrijos --hijo del fallecido general Torrijos, que lideró
un golpe de Estado
en 1968 que derrocó al presidente Arnulfo Arias, esposo de la
actual presidenta
panameña--, afirmó que ``no tememos a la verdad de una
investigación seria y
científica'' y manifestó su apoyo a que se encuentre
a los responsables de las
desapariciones y a que se les juzgue.
Además, Torrijos manifestó su temor de que la comisión
sea un instrumento del
gobierno que emita un ``juicio político que no le hace ningún
favor a nuestra
democracia'', y señaló que deberá ser ``manejada
con seriedad para que no
anime odios, rencores y divisiones''.
Igualmente, apuntó que ``necesitamos saber qué pasó
con nuestros muertos y
desaparecidos durante la invasión de Estados Unidos en 1989,
y con los
muertos que se produjeron antes de 1968''.
La Asamblea Legislativa también vivió ayer un acalorado
debate que llegó a ser
suspendido en torno a una resolución propuesta por varios diputados
arnulfistas,
en el poder, para que se esclarezcan las desapariciones de los opositores
al
régimen.
La presidenta panameña ordenó el pasado 18 de diciembre
la reapertura de la
excavaciones que se iniciaron el mes de septiembre del pasado año,
cuando se
encontraron restos de dos cuerpos, pero que meses después fueron
suspendidas por el Ministerio Público argumentando falta de
presupuesto.
Hasta el momento sólo se ha logrado identificar una de las osamentas
que se
encontraron en septiembre de 1999 y que corresponde al dirigente opositor
Heliodoro Portugal, desaparecido tras ser detenido en 1970 por la entonces
Guardia Nacional.
Analistas han apuntado que con la actual controversia se abre ahora
en Panamá
un capítulo de enconados debates en los que las dos grandes
facciones
políticas del país, representadas históricamente
por conservadores y liberales,
corren el peligro de desenterrar un pasado que parecía que estaba
más olvidado
que en la mayoría de los países latinoamericanos que
vivieron períodos militares.