El Nuevo Herald
7 de noviembre de 2001

Sandinistas y conservadores alegan fraude

 Tres heridos en choques entre simpatizantes del FSLN y liberales

 FILADELFO ALEMAN / Associated Press
 MANAGUA

 Sandinistas y conservadores reclamaron ayer que el Consejo Supremo Electoral (CSE) y el oficialista Partido Liberal Constitucionalista (PLC) ``tratan de robarles
 diputados'' que fueron electos el domingo.

 Juan José Ubeda, fiscal del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dijo que ayer se reunieron fiscales liberales con el presidente del CSE, José Rivas, para presuntamente "alterar las cifras en las elecciones de diputados''.

 Ubeda y el candidato a diputado conservador, Ernesto Leal declararon por separado a la prensa local que rechazarán lo que diga el CSE hasta que el grupo nacional Etica y Trasparencia y la Organización de Estados Americanos (OEA) emitan sus resultados.

 Ubeda dijo sospechar que la tardanza del CSE en emitir un nuevo informe sobre los cómputos ofrecidos para el martes, podrían estar siendo aprovechada en raterías del PLC para robarnos diputados. (...) Los conteos para diputados no los aceptamos'', agregó Ubeda.

 Rivas dijo que las declaraciones de ambos líderes ``son irresponsables porque los fiscales de todos los partidos tienen copias de las actas de votación de cada una de las juntas de votación''.

 Por su parte, la Policía Nacional intervino la noche del lunes para dispersar a liberales y sandinistas que chocaron a puñetazos, pedradas y garrotes, en el norte del país.

 El incidente ocurrió en la ciudad de Ocotal, capital de la provincia de Nueva Segovia, 227 kilómetros al norte de aquí, cuando los liberales que celebraban su victoria en su casa de campaña, fueron atacados por sandinistas.

 La casa del líder liberal Carlos Gadea Avilés fue atacada con morteros caseros y pedradas, en tanto la Casa Zonal del Frente Sandinista de Liberación Nacional, resultó averiada por furibundos liberales.

 Las autoridades dijeron que por lo menos tres personas resultaron con lesiones menores y varios niños fueron afectados por los gases lacrimógenos lanzados por la
 policía para poner fin a la lucha.

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