El Nuevo Herald
September 24, 1998
 
Vida difícil en basurero de Managua

 ARY NEIL PANTOJA

 --De la redacción de La Prensa

 Managua -- Tres años sin empleo y con cinco hijos que mantener, a doña
 Gloria María Hernández no le queda otro camino que dedicar trece horas
 diarias a buscar el sustento de ella y el de su familia, hurgando en los
 desperdicios del basurero de Managua conocido como ``La Chureca'',
 ubicado en el Barrio Acahualinca.

 Papel, metales como bronce, cobre y hierro, así como botellas de vidrio son
 entre otros, los artículos que recoge doña Gloria junto a sus cinco hijos. El
 saco de papel se lo pagan a 25 córdobas (10.8 córdobas hacen un dólar) y
 cuando consigue un buen precio le dan un córdoba por cada cuatro
 botellas, lo que no es gran cosa, expresa.

 Cuando le va bien, dice, puede ganar hasta 150 córdobas semanales,
 equivalentes a 600 córdobas mensuales.

 Si tomamos en cuenta que doña Gloria llega a ``La Chureca'' a las cinco de
 la mañana y regresa a su casa a las seis de la tarde, es una jornada de
 trece horas, sin seguro de ningún tipo, además que cuenta con la ayuda de
 sus pequeños, es un salario ínfimo que sólo alcanza para subsistir.

 Ninguno de los menores estudia. Wilber, de 18 años, es el que más trabaja
 junto a sus dos hermanos, Verónica, de 14 y José Luis, de trece años.
 Mientras que Elizabeth, de diez y Ada Luz, de tan sólo seis años, se
 quedan junto a su madre ayudándole en labores menores y a cocinar para
 el almuerzo.

 Como único refugio contra el inclemente sol y los torrenciales aguaceros,
 tienen un carretón de madera con un plástico que sirve de techo mientras
 dura la jornada.

 Doña Gloria nos cuenta que existe una pandilla de hombres que amedrenta
 y hostiga a las mujeres que llegan a trabajar al lugar. En una ocasión, dice,
 intentaron pegarle a ella y a sus hijos; el motivo de las agresiones es por la
 obtención de los ``mejores productos''.

 ``Una vez llegaron hasta mi casa a apedreármela y agredirme; además
 estos hombres se dedican a fumar marihuana y lo peor de todo es que la
 Policía tiene meses de no venir por estos lados'', se lamenta la señora.

 Esta nueva modalidad de lucha por territorio y por los desechos se viene
 practicando hace unos dos meses, y las mayores perjudicadas son las
 mujeres por ser más débiles, quienes no entienden el porqué de esta forma
 de actuar de los hombres. Las pandillas y las drogas son dos elementos de
 peligro que se agregan a este trabajo, aparte de la alta probabilidad de
 contraer una enfermedad y se desate una epidemia.

 Mientras los niños comen, las moscas y zancudos rondan sobre ellos. Los
 zopilotes vuelan en círculos prestos a disputar con los habitantes de esta
 "ciudadela" cualquier tipo de alimento para sobrevivir. Las cercanías de la
 costa del Lago Xolotlán, totalmente contaminado, aumenta las posibilidades
 de enfermedades.
 

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