Una misma y nueva Aragón
Pedro de la Hoz
La Aragón quiere inaugurar el siglo XXI siendo la
misma orquesta que tanto lustre dio a la música
popular bailable cubana en las últimas seis
décadas, y a la vez, otra diferente. Para sus
integrantes el mayor desafío reside en el
hallazgo de un sonido que sostenga un diálogo
equilibrado entre la tradición y la novedad.
Esa perspectiva se tiene cuando se escucha la más reciente
producción discográfica de la legendaria agrupación,
Orquesta
Aragón en route, del sello discográfico francés Lusáfrica,
a cargo
también de los éxitos de Cesaria Evora y Polo Montañez.
Los catorce temas que integran esta entrega comienzan a partir de
esta semana a ser difundidos por las radioemisoras de nuestro
país, en tanto el disco se presenta como una de las novedades
fonográficas de la estación invernal en los principales circuitos
de
distribución de Europa occidental, con la mira puesta, desde luego,
en África, donde la Aragón ostenta una categoría mítica.
Lo novedoso pasa por el tamiz de las fusiones del estilo tradicional
de la orquesta con el hip hop —Cha Cuba, de Mijail González, con
la colaboración de los raperos Edrey Riverí, Rafael Reyes
y Ulises
Quiñones— y el rock
—Guasabeando el rock and roll, una pieza desempolvada de
Senén Suárez—, práctica que no es inusitada en la
Aragón, puesto
que en los tiempos del maestro Rafael Lay Apesteguía siempre un
espacio para la renovación a partir de la inserción de géneros
y
especies foráneos en el tronco vivo de la estirpe charanguera.
No es casual el hecho de que los temas citados hayan sido los de
primera opción para la realización de video clipes, bajo
la dirección
de Olga Yero y Ernesto Barrios, con el bien marcado fin de
conectarlos a los intereses juveniles.
Pero también el disco es portador de aires nuevos para clásicos
del
repertorio aragoniano, especialmente los que provienen del linaje
danzonero: Si envidia, del propio Lay; Un real de hielo, de Tony
Taño; y La Gioconda, de Jacobo Rubalcaba, nos recuerdan la
vigencia irreductible de una música que nos identifica por
excelencia y que en el mundo está cobrando, desde hace algunos
años, revitalizados esplendores. ¿O es que se olvida que
Buenavista Social Club es el título de un danzón?