El Nuevo Herald
Sep. 14, 2004

Muere el artista Luis García, Rey del Feeling

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

El cantante y compositor cubano Luis García, conocido popularmente como el Rey del Feeling, falleció ayer en el Hospital Mercy de Miami, víctima de cáncer del páncreas. Tenía 68 años.

El deceso se produjo en la mañana del lunes luego del agravamiento de su estado, que obligó a hospitalizarlo la pasada semana. La enfermedad, que le fue diagnosticada a fines de julio, terminó con su vida de manera fulminante.

Considerado un patriarca de la canción romántica, García marcó su carrera con un peculiar talento armónico y una deslumbrante facilidad para comunicar sentimientos. Su obra reúne hitos del cancionero cubano y latinoamericano como Mi manera de ser, Canta, corazón y Un sábado sin sol, y una treintena de discos, grabados en Cuba y en el exilio. Sus creaciones fueron cantadas por celebridades como Celia Cruz y Elena Burke.

''Era un intérprete de sensibilidad exquisita, un trabajador incansable y un amigo sin límites'', expresó anoche el cantante Meme Solís. ``Siento que he perdido un hermano''.

Solís anunció que dedicará al amigo el concierto fijado para este sábado en el Dade County Auditorium de Miami, con la participación de reconocidas figuras cubanas.

''Su único propósito en la vida era trabajar'', recordó Meme. ``Aún en sus últimas horas, lo que deseaba era recuperarse para volver a cantar''.

Nacido en La Habana en 1936, García se inició en la música a los 17 años como percusionista de la orquesta de Julio Gutiérrez. A mediados de los 50 logró popularidad como cantante de valses peruanos, pero pronto su nombre comenzaría a asociarse con el feeling, movimiento que reunió a compositores como José Antonio Méndez y César Portillo de la Luz.

Tras una exitosa gira por Latinoamérica en 1956, García sintió la necesidad de cantar y componer boleros, y 'descargar' con el acompañamiento de pianistas como Fernando Mulens y Adolfo Guzmán. Por esa época se adueñó de la audiencia cubana con la interpretación de ''No me pidas imposibles'', del célebre compositor Frank Domínguez.

''Me encantaba oírlo porque era un ejecutor tremendo, muy alegre y vivaz, con una voz seductora'', relató Domínguez desde su casa en Mérida, Yucatán. ``Se ha ido uno de los pilares del feeling''.

Al triunfo de la revolución de Fidel Castro, en 1959, había escalado los planos estelares de la radio y la televisión, compartiendo espacio junto a los más prominentes cantantes del país. Entre 1962 y 1965 su fama creció por el programa radial A solas contigo, una descarga informal de medianoche que protagonizó con la Burke y Solís.

Inconforme con el régimen castrista, decidió abandonar el país, por lo que tuvo que cumplir tres años de trabajo forzado hasta su salida rumbo a España en 1968.

''Prefiero lavar platos donde me sienta libre que ser una estrella supeditada al gobierno en Cuba'', manifestaba el cantante, que nunca regresó a la isla.

Pero su carrera musical no se extinguió en el exilio. En 1969 llegó a Nueva York, donde trabajó en clubes nocturnos. Tres años después viajó a Perú para grabar Cerca de tí, álbum que le abrió las puertas de Miami.

García se radicó en Miami en 1973, convirtiéndose desde entonces en un artífice de la bohemia nocturna y en un vibrante animador de la cultura local.

En 1996 fundó en la calle Flagler el Rincón del Feeling, espacio que animó y administró hasta enfermarse. Por 18 años mantuvo en la emisora Radio Mambí el programa Feeling con Luis García, que se transmitía los sábados.

''Luis trajo a la vida cultural de Miami el sabor de la canción cubana de los años 50, que enriqueció con las complejidades de la música norteamericana'', observó el cantante y poeta Orlando González Esteva. ``Verlo cantar era ver la realización de un hombre en su arte, porque cantar fue siempre para él tan esencial como respirar''.

Lo sobreviven sus hijos Teresita --fruto de su primer matrimonio con la vedette Olga Chaviano, ya fallecida-- y Luis, además de cinco nietos y tres bisnietos. Los funerales serán privados.