Concurrido entierro del disidente Yánez Pelletier
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Más de 200 personas, entre ellas reconocidas figuras de la disidencia
interna,
asistieron ayer a los funerales del veterano disidente Jesús
Yánez Pelletier,
sepultado en el Cementerio Colón de La Habana bajo fuerte vigilancia
policial.
El cortejo fúnebre salió a las 11:00 a.m. de la céntrica
funeraria de Calzada y K,
en El Vedado, seguida por unos 12 autos y dos pequeños autobuses
con
familiares, amigos y miembros del movimiento opositor cubano.
Según testimonios de participantes, las exequias transcurrieron
sin incidentes
pero con notoria presencia policial. Unos 20 agentes del Ministerio
del Interior,
vestidos de civil, bordearon la capilla del cementerio donde se reunieron
los
dolientes para el servicio religioso.
En la caravana que se trasladó desde la funeraria al cementerio
se incorporó un
auto LADA, en el que viajaban cuatro agentes policiales, de acuerdo
con
testigos del funeral.
Yánez Pelletier falleció el lunes a la edad de 83 años,
víctima de un ataque
cardíaco.
La familia evitó que se leyeran discursos en la ceremonia fúnebre
para evitar
enfrentamientos con las autoridades. Su hijo Jesús Gregorio
Yánez tuvo a su
cargo unas palabras en nombre de la familia, en las cuales destacó
que su
padre "había sido consecuente con sus ideas". "A pesar del absoluto
silencio
oficial, la muerte de Yánez Pelletier se conoció en todo
el país", señaló desde
La Habana el periodista independiente Raúl Rivero. "Hasta esta
madrugada
llegaron dos personas procedentes de Bayamo [ciudad de la zona oriental
de
Cuba] para asistir a los funerales".
Líderes y agrupaciones de la disidencia entregaron a los familiares
un
documento en el que reconocen la contribución de Yánez
Pelletier a la causa
cubana.
"Quienes en los últimos años hemos estado cerca de él
nos quedamos con el
tesoro de su cordialidad, su simpatía y optimismo. Nos quedamos
también con
su lección humana de respeto a los semejantes y su tránsito
sin odios ni
resentimientos estériles", indica el texto, firmado por unos
60 opositores y
periodistas independientes.
Considerado una personalidad legendaria del movimiento disidente cubano,
Yánez Pelletier era al morir vicepresidente del Comité
Cubano Pro Derechos
Humanos, fundado en 1987. Su celebridad histórica se generó
cuando, siendo
supervisor militar de la prisión de Boniato, en la provincia
de Oriente, denunció
un plan urdido para eliminar al entonces prisionero Fidel Castro, poco
después
del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953.
Tras guardar prisión durante 11 años, salió en
libertad en 1971 y se vinculó al
naciente activismo de derechos humanos. Las autoridades cubanas le
negaron
siempre el derecho a viajar fuera de la isla. Este año había
recibido visa para
visitar Estados Unidos, pero el régimen no le concedió
el debido permiso de
salida. Lo sobreviven tres hijos y su esposa, Marieta Menéndez.