El Nuevo Herald
May. 17, 2002

Científicos de Yale descifran códigos mayas

  MONICA MEDEL / EFE
  CIUDAD DE MEXICO

  Después de siete años de trabajo, expertos de la Universidad de Yale presentaron a las autoridades mexicanas un estudio que documentó los murales
  mayas de Bonampak, considerados como una obra clave para entender a esta misteriosa civilización.

  'No creo que exista algún artefacto del llamado `antiguo Nuevo Mundo' que ofrezca un panorama tan complejo de la sociedad prehispánica como las
  pinturas de Bonampak'', afirmó la doctora en arte Mary Miller, de la Universidad de Yale.

  Explicó que ninguna otra obra pictórica de los mayas los muestra participando en la vida cortesana y representados con tanto detalle, ``lo que hace que
  sean una fuente sin igual para entender a la sociedad antigua''.

  Los murales de Bonampak están ubicados en las profundidades de la selva de Chiapas, en el sureste de México, y son considerados como los más
  completos e importantes de esta civilización, que logró grandes avances astronómicos y desapareció misteriosamente antes de la llegada de los españoles.

  Fueron pintados alrededor del año 800 de esta era y revelan al antiguo pueblo maya al final de su esplendor, participando en rituales cotidianos y
  sacrificios humanos, vistiendo elegantes trajes y despojando de sus ropas a los caídos cautivos, así como recibiendo tributos y homenajeando a nobles
  extranjeros.

  La documentación de esta obra pictórica se inició en 1995, con el patrocinio del Comité Geográfico Nacional sobre Exploración e Investigación y la Fundación
  Getty Grant.

  Tras cuatro años de registrar los detalles de las pinturas, dispersas en tres salones estrechos del centro ceremonial de Bonampak, en 1999 se contrató a
  un artista que las reprodujo en una obra de gran formato, de la mitad del tamaño del original.

  El trabajo fue presentado por la jefa del proyecto, la doctora Miller, y el presidente de la Universidad de Yale, Richard Levin, al director general del Instituto
  Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), Sergio Arroyo.

  ''Estas pinturas ofrecen una ventana única a un mundo olvidado'', afirmó Levin el miércoles. ''Me siento muy complacido de que Yale haya podido apoyar una
  investigación tan importante en cada paso del camino'', añadió.

  La cultura maya se desarrolló durante alrededor de mil años en el sureste de México y se extendió hasta Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras.

  Junto con los Incas, de Perú, la civilización maya está considerada como una de las más importantes de la América prehispánica.

  Los mayas comenzaron a construir grandes ciudades y pirámides en América Central hacia el siglo dos d.C.

  Tikal, Copán, Palenque, Bonampak y Río Bec fueron algunas de sus principales ciudades, que durante su época de mayor apogeo (hacia el año 250 d.C.)
  llegaron a sumar 40, con cerca de dos millones de pobladores cuya subsistencia se basaba en el cultivo del maíz.

  Los mayas también hicieron murales, trabajaron el oro y el cobre y desarrollaron una escritura jeroglífica que, en su mayor parte, no ha podido ser
  descifrada, aunque lo que se conoce de ella ha permitido averiguar que adoraban a los dioses del Sol, la Luna, la lluvia y el maíz.

  Por razones aún desconocidas comenzaron a abandonar sus grandes ciudades hacia el año 900 d.C., momento que marca el declive de la civilización.

  Sin embargo, los centros de Chichén Itzá y Mayapán, en la península del Yucatán, continuaron floreciendo durante siglos hasta la llegada de los
  conquistadores europeos.

  La mayoría de las grandes ciudades mayas fueron sepultadas por la espesa selva tropical, que las mantuvo ocultas a los ojos del mundo durante varios
  siglos.