Miami está de moda entre los mexicanos
ELENA KENNY
El Nuevo Herald
Las estilizadas torres de condominios, que a menudo cambian el rostro de Miami, están haciendo furor entre los mexicanos, que sin hacer ruido vienen a estas cálidas tierras en busca de jugosas inversiones inmobiliarias o nuevos horizontes.
Pedro Garza recuerda que hace más de tres años, cuando vino de México a Miami, poco se escuchaba el acento mexicano en South Beach, el sitio ideal para vivir entre muchos jóvenes.
''Pero todo cambió en los últimos dos años'', afirma Garza, de 30 años, quien compró un condominio en Aventura después de casarse.
Cada vez más profesionales mexicanos jóvenes como Garza, gerente comercial de Neoris, el brazo de soluciones tecnológicas del gigante mexicano Cemex, se están sumando al grupo de ejecutivos de empresas azteca que han visto la oportunidad de hacer negocios desde Miami con Latinoamérica o las transnacionales establecidas en la ciudad con intereses en la región.
Hay también más ejecutivos mexicanos, atraídos por agencias cazatalentos, al frente de las divisiones para América Latina de compañías transnacionales.
''Es una inmigración diferente y silenciosa'', comenta Elba Hentschel, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos, en Miami.
Ella concuerda en que los mexicanos han empezado a redescubrir a Miami en los últimos dos años y se han dado cuenta de las ventajas que ofrece para diversificar inversiones.
La Capital de las Américas o el nuevo Hong Kong, como también llaman a Miami, dejó atrás su imagen de pequeña ciudad de hace más de 40 años, que acogió al exilio cubano y era lugar de retiro para personas de la tercera edad, para irse transformando en una ciudad rodeada de otras zonas urbanas del condado de Miami-Dade en las que se puede caminar, ir de compras o a lugares de entretenimiento sin recorrer grandes distancias.
Las constantes inmigraciones latinoamericanas (argentinos, brasileños, caribeños, centroamericanos, colombianos, puertorriqueños y venezolanos) de los últimos años y de otras partes del mundo, han hecho de Miami una ciudad cosmopolita. En los supermercados, se puede encontrar desde latas de chile jalapeño en escabeche hasta variadas frutas y vegetales.
A los mexicanos les encanta el estilo relajado de Miami, rodeado de un ambiente tropical, donde muchos pueden caminar libremente sin necesidad de guardaespaldas, dijo Román Román, de Enlace Inmobiliario, una compañía de bienes raíces que tiene operaciones en México y Miami.
"Por eso están comprando cada vez más propiedades sobre todo en Aventura [en especial los judíos-mexicanos], Brickell, Coral Gables, downtown Miami y Doral''.
El interés de estos compradores, agregó, se despertó hace dos años cuando se inició en México una agresiva campaña publicitaria de proyectos inmobiliarios, haciendo énfasis en las bajas tasas de interés y el amplio menú de financiamiento.
Propiedades que serían más costosas en Texas o California, otrora los estados preferidos de los mexicanos. Son compradores con ingresos anuales desde $300,000, en busca de condominios más que nada como segunda casa, a precios que oscilan entre $400,000 y $1.5 millones. Aunque "la tasa anual de retorno de 20 a 30 por ciento motiva a otros a comprarlas para revenderlas''.
''Ahora es fundamental mercadear las propiedades de Miami en México'', manifestó Edgardo de Fortuna, de Fortune International Realty, quien ha contratado los servicios de Enlace Inmobiliario para promocionar en la nación azteca su nuevo proyecto Brickell 1390.
Pedro Martín, principal ejecutivo de Terra ADI, también apuesta a que su proyecto de condominios Quantum on the Bay en Miami atraerá a más compradores mexicanos. Igualmente, Jacobo Cababie, director de Cabi Developers, subsidiaria de la mexicana GICSA, espera que un 20 por ciento de su proyecto de condominios Everglades on the Bay sea adquirido por mexicanos.
Por el aumento de secuestros en México, algunos hombres de negocios están mudando a su familia, y viajan a atender sus empresas.
Pero Jorge Lomónaco, Cónsul de México en Miami, descarta que la seguridad sea una razón de peso entre los nuevos inmigrantes mexicanos, que más bien han venido en busca de nuevas oportunidades. Aunque cree que la criminalidad sigue siendo un problema, como en el resto de Latinoamérica, "hemos logrado bajar la tasa''.