Comandante:

Ni se imagina como disfruté el recibimiento triunfal que nuestro aguerrido y sacrificado pueblo trabajador de la Habana --a nombre de todo el pueblo de Cuba-- dio a nuestros perdedores en la Serie Mundial. Fue una lástima que no perdieran, pero es que ya todo estaba preparado desde que clasificamos ante Puerto Rico, y no había como darle pa'trá.

De to'smanera había que hacer el acto en la Ciudad Deportiva pa'que Ud. pudiera hablar de victoria habiendo perdido. Yo no me perdí ni un instante de la recepción que pasaron por la TV Nacional. No importa que Japón nos haya apabullado desde el mismo primer inning, como teníamos que ganar y no lo hicimos, pues entonces ¡arrebatamos!

El imperialismo no pudo evitar que paráramos la capital pa'recibir nuestros héroes perdedores, que se esforzaron de lo lindo ante equipos reconocidamente superiores. Lo que realmente celebramos es que esta vez no se quedó ninguno de nuestros atletas. Si lo hacen después (como siempre) no importará tanto como el haber regresado ahora.

Demostramos con esta derrota (convertida en recepción victoriosa) que se puede hacer un equipo perdedor pagándoles 20 dólares por mes y que se puede perder fácilmente una final usando policías pa'vigilarlos en el extranjero, sin que necesariamente ellos quieran desertar como sucedía antes (de los policías). En fin, que se puede ganar perdiendo.

Por acá se habla que en el equipo suyo faltaron las glorias cubanas de las Grandes Ligas. No les haga caso. Los jugadores cubanos de Grandes Ligas están corrompidos por la manera tan holgada que viven, como si fueran miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, únicos que pueden ganar dólares sin problemas dentro de la isla.

Supe también que Raúl está hablando en un video que circula dentro del Partido, diciendo que la corrupción en la isla es mayor que la que se imaginaba. Eso sucede por pasarse la vida aislado en su finca dándose wiskasos, sin saber lo que hay que luchar en la calle para resolver un poco de papel de inodoro y un pedazo de pan con lechón aunque sea.

Leí en Granma que Ud. estaba orgulloso por la visita de un líder negro norteamericano que odia a muerte los judíos. Dicen las malas lenguas que va a pedir entrevistarse con Oscar Elías Biscet en la bartolina donde lo tienen castigado dentro de la cárcel. Yo no lo creo, porque Biscet es un 'infiel' cristiano, que por eso no merece su atención.

Ahora Comandante, si yo fuera Ud. metía la cabeza en un cubo con esta derrota en la Serie Mundial, porque to'el mundo sabe que no es lo mismo "hablar mal de to'el mundo en el acto conmemorativo del recibimiento del perdedor equipo Cuba" que "hablar como mal perdedor en un acto conmemorativo de su derrota ante to'el mundo.

Su víctima.

Ciudadano de Segunda