WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Exiliados cubanos de Miami homenajearon anoche al activista Luis Zúñiga por su labor como miembro de la delegación de Estados Unidos durante la 60ma. Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Unas 80 personas se reunieron en el Salón Renaissance de la Calle Ocho para reconocer el papel de Zúñiga en las intensas negociaciones y los candentes debates que condujeron a la condena del régimen de Fidel Castro en Ginebra, tras una votación de 22-21.

El acto, abierto al público, fue convocado por el Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), organización fundada en el 2001 por disidentes de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

''Esta fue una experiencia que demandó mucho esfuerzo y responsabilidad'', afirmó Zúñiga. ``Pero fue muy reconfortante, pues me permitió responder a todas las mentiras lanzadas allí por los representantes castristas''.

El grupo MAR por Cuba hizo entrega al activista de una placa de reconocimiento.

''La labor cumplida este año por Zúñiga fue extraordinaria'', expresó Sylvia Iriondo, presidenta de esa agrupación. ``Es una persona sumamente conocedora de la realidad cubana y su voz tiene una particular credibilidad, pues sufrió en carne propia las vejaciones del régimen''.

Iriondo viajó este año a Ginebra para participar en un foro paralelo de derechos humanos.

Zúñiga, de 56 años, integró la delegación de EEUU y en varias ocasiones tomó la palabra para argumentar los casos de violaciones de derechos humanos en la isla y rebatir las afirmaciones de la representación cubana.

Su presencia en la Comisión fue fuertemente cuestionada por el gobierno cubano, que presentó una nota oficial de protesta por ''la participación de un terrorista'' como delegado estadounidense.

La acusación cubana se fundamenta en una incursión armada que protagonizó Zúñiga en 1974, ocho meses después de escapar de la isla por la base de Guantánamo.

''Cada año los delegados castristas se muestran más desesperados'', relató Zúñiga. ``Como no pueden rebatir los argumentos del contrario, pues optan por difamarlo''.

Zúñiga, ex prisionero político que llegó al exilio en 1988, es un veterano de las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos. Su primera asistencia al foro ocurrió en 1989 en representación de un grupo no gubernamental.

Entre 1997 y 2001 participó en las sesiones de Ginebra como miembro de la delegación de Nicaragua, pero sin la oportunidad de polemizar en el plenario con los delegados cubanos. ''Luis ha sido en Ginebra la voz de los cubanos que no tienen voz'', opinó Ninoska Pérez Castellón, directora del CLC.