Plan de apoyo a la libertad de Cuba
PABLO ALFONSO / El Nuevo Herald
PRAGA, República Checa
La reunión cumbre del Comité Internacional para la Democracia en Cuba (CIDC), concluye hoy en esta capital sus deliberaciones con un documento titulado la Declaración de Praga que asume un compromiso concreto de los participantes para acelerar los cambios políticos que conduzcan a la democratización de Cuba.
El evento que sesionó durante tres días en la sede del Senado checo, reunió por primera vez a importantes figuras políticas de la Unión Europea, América Latina, Canadá y Estados Unidos; dirigentes de organismos regionales e internacionales, intelectuales, activistas de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales, así como representantes de varios grupos del exilio cubano, de diversos signos políticos.
Una copia de la declaración, que será difundida hoy domingo, fue obtenida la víspera por El Nuevo Herald; la misma establece ''objetivos comunes para un plan general de apoyo al logro de la democracia en Cuba que pueda implementarse de manera coordinada a diferentes niveles y en diferentes partes del mundo'', bajo la coordinación del CIDC.
Para lograr esos objetivos los participantes acordaron crear cuatro mecanismos de trabajo:
• Un Grupo Presidencial en apoyo a la democracia en Cuba.
• Una red internacional de parlamentarios.
• Una red internacional de organizaciones no gubernamentales.
• Una comisión de expertos que recoja las experiencias hacia la transición democrática de los ex países comunistas de Europa y de los que en América Latina sufrieron dictaduras políticas y militares.
Entre las medidas inmediatas que estos mecanismos de trabajo se proponen llevar a cabo, figuran: apoyar el mantenimiento de la actual Posición Común de la Unión Europea sobre Cuba, y crear un Grupo Latinoamericano que trabajará para abrirle las puertas de las embajadas latinoamericanas en La Habana ''al contacto con el movimiento cívico cubano''. A su vez, el Grupo Presidencial se brindará ``como ente mediador para ayudar a la oposición cubana a establecer acuerdos fundamentales de cooperación y coordinación''.
''Esta cumbre marca el inicio de un esfuerzo internacional concertado para ayudar a Cuba a convertirse en un miembro íntegro de la comunidad democrática mundial. Es con esta meta que nos comprometemos'', subraya la Declaración de Praga.
Los objetivos acordados en este documento se corresponden con cada una de las sesiones de trabajo en que se dividió el evento celebrado en esta capital del 17 al 19 de septiembre, bajo los auspicios del Senado y la Cancillería de la República Checa.
''Tenemos el deber de devolver la solidaridad que un día se nos ofreció a los opositores checos contra el régimen comunista'', afirmó Peter Pithart, presidente del Senado de la República Checa al explicar las razones que motivan el compromiso del actual gobierno checo con la causa de la democratización de Cuba. ''Tenemos que pagar esa deuda de solidaridad democrática y Cuba es hoy nuestra preocupación'', subrayó.
En el mismo sentido se expresó el canciller checo, Cyril Svoboda, al intervenir al viernes en la jornada inaugural del evento.
''El compromiso con la libertad y la democracia en Cuba es hoy parte importante de la política exterior de la República Checa y lo seguirá siendo en el futuro'', aseguró. La primera sesión de la cumbre se caracterizó por las expresiones y compromisos de solidaridad con el movimiento democrático cubano y de rechazo a la conducta represiva del régimen de Fidel Castro.
''Nada justifica esa conducta'', aseguró el ex presidente de Chile Patricio Aylwin, quien aseguró que ``las mismas razones éticas que motivaron a los chilenos a luchar contra la dictadura militar de Augusto Pinochet, son las que hoy mueven a las fuerzas democrática chilenas a luchar por la democracia en Cuba''.
Por su parte, el ex presidente del gobierno español, José María Aznar, aseguró que ``Cuba es la asignatura pendiente de Occidente y nuestra responsabilidad es conseguir la democracia para ese país''.
''La última dictadura del continente americano es la misma profunda herida que dividió a Europa en el siglo pasado y al igual que ese siglo terminó tiene que terminar la dictadura en Cuba'', afirmó.
Los ex jefes de Estado y Gobierno que asistieron a la cumbre sostuvieron el viernes una reunión a puertas cerradas en la que acordaron sus compromisos de conjunto con los objetivos del evento. En esa reunión participaron Vaclav Havel, de la República Checa; Aznar, de España; Aylwin, de Chile; Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; Luis Alberto Monge, de Costa Rica; Kim Campbell, de Canadá; Philip Dimitrov, de Bulgaria y Mart Laar, de Estonia.
También los parlamentos europeos y latinoamericanos se reunieron a puerta cerradas para la estrategia conjunta anunciada en la Declaración de Praga. Entre los diputados de estas regiones que asistieron al evento figuraron: Adriana González, chairman del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de México; Miroslav Ouzkky, vicepresidente del Parlamenteo Europeo y Petr Bratksky de la República Checa; Pavol Hrusosvky, presidente del Parlamento de Eslovaquia; Markus Meckel, de Alemania; el eurodiputado español José Ignacio Salafranca; Cecilia Malmstro, eurodiputada sueca; Ezequiel Silva y Patricio Walker de Chile; Gabriel Llano, de Argentina y Jaime Trueba, parlamentario uruguayo.
''Estamos aquí para ayudar al pueblo cubano a recobrar su soberanía, la soberanía del pueblo, no la soberanía del gobierno, que es la que reclama el régimen de Castro'', aseguró Trueba, quien añadió que los parlamentarios se comprometieron a lograr una acción común en el seno del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) para que ``cesen sus condescendencias con la dictadura cubana''.
La presencia de más de un centenar de personalidades políticas, intelectuales y activistas de derechos humanos acaparó la atención de los medios de prensa checos que dedicaron importantes espacios a la cobertura del evento.
El diario praguense MF-Dnes, de mayor circulación en el país, dedicó páginas completas de su sección de opiniones para publicar comentarios de varios de los asistentes al evento, entre ellos un artículo del Premio Sajarov, Oswaldo Payá, presidente del Movimiento Cristiano Liberación y un llamamiento de los familiares de los presos políticos cubanos.
Asimismo las sesiones del evento han sido retransmitidas a Cuba a través de Radio y Televisión Martí.
''Hemos dedicado importantes espacios a este evento y preparamos una programación especial para difundirla a la isla a través de TV-Martí'', afirmó Pedro Roig, director de la Oficina de Transmisiones a Cuba.
Entre los asistentes a la reunión se encontraban también el jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason; Adolfo Franco, Administrador del programa para América Latina y el Caribe de la USAID y la embajadora Jeane J. Kikpatrick.
La sesión de clausura de la cumbre ha sido dedicada al trabajo de las organizaciones no gubernamentales con intervenciones de Milan Nic, de Pontis, Eslovaquia; Gabriel Andreescu, del Centro de Estudios Internacionales de Rumanía; Tomas Pojar, de People in Need, de la República Checa; Anna Maria Cervones, representante de la Unión Internacional Centrista ante Naciones Unidas; Gutenberg Martínez, de la Organización Demócrata Cristiana de América; Cristián Castaño, presidente del Instituo Mexicano de la Juventud; Erik Jennische, del Centro Sueco de la Internacional Liberal; René Bolio de la Promotora Internacional de Derechos Humanos de México y Gabriel Salvia, del Centro de Asistencia al Desarrollo de América Latina, con sede en Argentina.
''Estamos aquí en respuesta a esta invitación de los checos, quienes sin duda tienen un importante peso moral en la lucha por alcanzar la democracia en Cuba'', afirmó Salvia.