El Tiempo (Bogota)
29 de abril de 2003

Gabriel García Márquez responde a Susan Sontag sobre los últimos sucesos en Cuba contra la disidencia

                "Yo mismo -dice de manera exclusiva a EL TIEMPO- no podría calcular la cantidad de presos,
                de disidentes y de conspiradores que he ayudado, en absoluto silencio, a salir de la cárcel o a emigrar
                de Cuba en no menos de veinte años".

                De esta manera respondió el reto que le lanzó la escritora estadounidense, invitada a la Feria
                Internacional del Libro, sobre su obligación de romper silencio frente a la represión contra los
                intelectuales disidentes de Cuba.

                "Muchos de ellos no lo saben -continúa la respuesta de 'Gabo'-, y con los que lo saben me basta
                para la tranquilidad de mi conciencia. En cuanto a la pena de muerte, no tengo nada que añadir a
                lo que he dicho en privado y en público desde que tengo memoria: estoy en contra de ella en
                cualquier lugar, motivo o circunstancia. Nada más, pues tengo por norma no contestar preguntas
                innecesarias o provocadoras, así provengan -como en este caso- de una persona tan meritoria y
                respetable".

                La escritora estadounidense manifestó su inconformidad con García Márquez en la conferencia
                que dio en la Feria del Libro, en la cual el tema era El intelectual en tiempos de crisis. Según
                Sontag, si bien los intelectuales no pueden pensarse como un grupo o una clase conjunta, en los
                casos en que se reprime la libertad de expresión no pueden guardar silencio. "Sé que aquí Gabriel
                García Márquez es muy apreciado, y sus libros muy leídos, es el gran escritor de este país y lo
                admiro mucho, pero es imperdonable que no se haya pronunciado frente a las últimas medidas del
                régimen cubano", sentenció Sontag.

                La declaración de Sontag no cayó en saco roto pues inmediatamente el auditorio se paró y
                aplaudió. La autora de los Ensayo radicales recordó cómo escritores del calibre del portugués José
                Saramago, a quien se suele identificar como comunista, ya habían manifestado su rechazo público
                a las medidas del gobierno de Fidel Castro.

                Le escritora estadounidense, casi siempre polémica, se mostró afable y muy emotiva con lo que
                ha conocido de Colombia. Para abrir su conferencia mencionó el bar Andrés Carne de Res como
                uno de los mejores del mundo y también incluyó en su cadena de elogios a la Biblioteca Luis Ángel
                Arango. Destacó que este recinto es una "excelente combinación de libros, arquitectura y arte".

                Sontag se convirtió en la gran vedette de la Feria, su conferencia de Corferias registró el cupo
                completo y por fuera del recinto se quedaron más de 300 personas.