Chile concretó ayer su decisión de no apoyar una resolución condenatoria al
             gobierno cubano de Fidel Castro en materia de violaciones a los derechos
             humanos y se plegó oficialmente a la propuesta uruguaya en orden a promover el
             envío de un relator especial de las Naciones Unidas a la isla.

             La resolución fue comunicada por la ministra de Relaciones Exteriores, Soledad
             Alvear, en horas de la tarde, quien aseguró el deseo de Chile de cooperar en la
             adopción por parte del gobierno de Fidel Castro de todas las medidas que
             mejoren la situación de los derechos humanos, civiles y políticos en Cuba.

             Soledad Alvear reiteró la condena del Gobierno al bloqueo económico aplicado
             por los Estados Unidos, por cuanto ello acrecienta los problemas de la población
             cubana.

             Insistió en que la propuesta de Uruguay recoge de la mejor manera la posición del
             Presidente Lagos en orden a no reiterar votaciones que no conducían a nada.

             La propuesta uruguaya, presentada el jueves en el seno de la Comisión de
             Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, solicita a la Alta
             Comisionada, Mary Robinson, disponer el envío de un representante personal para
             que coopere con Cuba en la aplicación de medidas que vayan en el sentido de la
             resolución que se busca aprobar.

             La posición de Chile generó reacciones encontradas entre los partidos políticos. En
             el oficialismo, el PPD la apoyó, mientras que el PS la rechazó. En la oposición, la
             UDI y RN también discreparon. Se dijo que la proposición de un relator también
             puede convertirse en "un ritual", porque Castro ha rechazado a los enviados
             especiales.