WILFREDO CANCIO ISLA
  El Nuevo Herald

  El doctor Oscar Elías Biscet, reconocida figura del movimiento disidente y del presidio político en Cuba, fue liberado finalmente ayer en medio de estrictas medidas de las autoridades para desviar la atención internacional sobre el acontecimiento.

  La liberación de Biscet del centro penitenciario Cuba Sí, en la oriental ciudad de Holguín, se produjo alrededor de las 5:30 a.m., unas tres horas antes de lo previsto. A la salida del lugar se congregó un reducido grupo de familiares y miembros de la disidencia interna, pero ningún representante de la prensa extranjera pudo estar presente en el momento de su excarcelación.

  Biscet, que cumplió una condena de tres años bajo acusaciones de deshonrar los símbolos patrios y promover desórdenes públicos, viajaba anoche junto a su esposa, Elsa Morejón, y otros familiares rumbo a La Habana, adonde debía arribar en las primeras horas de esta madrugada.

  Según testimonios de personas que pudieron saludarle a la salida del penal, Biscet se encontraba sereno y animado, y aseguró que ''continuará su lucha en favor de los derechos humanos'' en la isla.

  Davilaine Borrego, integrante del opositor Movimiento Calixto García, en Holguín, informó ayer telefónicamente al Directorio Democrático Cubano que Biscet dijo
  ``haberse fortalecido espiritualmente durante los años de prisión''.

  Sin embargo, su situación médica preocupaba a familiares y allegados. Biscet requiere inmediata atención estomatológica, pues había sufrido infecciones y perdido varios dientes, negándose a ser atendido en la enfermería del presidio por temor a represalias.

  Se espera que Biscet haga hoy sus primeras declaraciones a la prensa internacional.

  Activistas, organizaciones del exilio y los congresistas cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart manifestaron ayer su satisfacción por el suceso, y exhortaron a la comunidad internacional a seguir de cerca la suerte de Biscet.

  ''Saludamos a Oscar Elías Biscet por su coraje y resistencia de principios dentro del gulag cubano'', señaló un comunicado de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

  La declaración de la FNCA advierte de que ''el destino de Biscet continúa en manos del régimen'', y exhorta a los gobiernos y entidades internacionales a interceder en los casos de otros prisioneros políticos del régimen cubano que se encuentran actualmente en peligro de muerte.

  ''La liberación de Biscet se produce en un momento en que se fortalece el movimiento opositor interno, y él, por sus convicciones y honestidad, pudiera convertirse en una pieza clave para esta hora de Cuba'', consideró la activista Laida Carro, quien ha promovido la causa de Biscet desde 1998.

  El caso de Biscet ha estado bajo la mirilla de Human Rights Watch y Amnistía Internacional, organismos que condenaron su injusta condena y su reclusión a unos 750 kilómetros de La Habana, dificultándole las visitas familiares.