...Desde Wáshíngton escribí á Vd. con fecha del 1 i aunque no, es tiempo de recibir su contestacion vuelvo á escribirle No recibiendo carta de ninguno de Vds. ni del Yankee [John L. O'Sullivan], aburrido volví á esta ciudad desde el 5, i al cuarto dia, el lunes 10 vine á leer las dos cartas de Vd., la que le dirige á D. Aniceto i á su [roto]. Ya por Macias que llegó el domingo 9 de Charleston había yo averiguado algo de la derrota de Cárdenas, i muchos cubanos aquí me hablan esplicado el contenido de la carta de Vd. á D. Aniceto. Pedro el sobrino [Pedro Manuel López, sobrino de Narciso López] quedó en Charleston i aquí se ha formado una suscripcion para pagarlo el pasage de allá a acá. El comandante i d. German [Ambrosio José González] quedaban confortablemente en el Cayo con Huesos [Cayo Hueso], i la Cruz [Francisco Javier de la Cruz] i el portorriqueño [Felipe Gotay] quedaron en San Agustín de la Florida; los colorados de Lopez marcharon á Tampa. El Semi Yankee [Cristobal Mádan] ha regresado ayer de esa ciudad de Nueva Orleans, i se dice, al menos Antonio Iznaga Valle i el celebérrimo Perico [Pedro de Agüero] han asegurado ayer tarde á don Aniceto que el (el Semi Yankee) había hecho formal entrega de todo el depósito que se halla ahi en manos del agente del Gran Pirata [Narciso López]. Ayer tarde mismo D. Aniceto i yo hemos preguntado por el telégrafo al Yankee [John O'Sullivan] si esto es verdad, porque si no lo es D. Aniceto se propone escupirle la cara, tanto al sobrino [Antonio Iznaga Valle], como a Periquillo [Agüero]. Ahora hablemos de la carta de Vd. á D. Aniceto.
Aquí ha producido malísimo efecto entre los cubanos i ha dado asa á los contrarios del Gral para afirmarse en decir que ellos tenían sobradisima razon cuando se oponian á que él fuera á la cabeza de una espedicion de americanos, porque no sabiendo su idioma ni conociendo su espiritu, de por fuerza había de resultar lo que resultó, que no se entendió hombre con hombre mientras estuvieron en tierra i que luego en la mar se revelaron [sic] i se negaron á seguirlo mas adelante. Lo que no hubiera sucedido, dicen, si á la cabeza hubiese ido un gefe americano. En los demas cubanos el mal efecto de la carta de Vd. ha sido asi: si la revolución de Cuba no puede hacerse con otros hombres que los americanos i si los que fueron a Cardenas eran caballeros i no gentusa [sic], segun se esplicaban D. German [Ambrosio González] y el Yankee [John L. O'Sullivan], qué hai que esperar de ellos cuando los caballeros se emborrachan en medio del campo erizado de enemigos, si no admiten disciplina, si luego se insubordinan, se acorbardan, huyen, roban i se prestan á entregar su propio gefe al enemigo, segun Vd. con vivisimos colores se espresa en su verídica relacion de lo ocurrido? No cree Vd. lógica esta conclusion? No sacaba Vd. la misma consecuencia cuando escribia? Qué género de esperanza anima á Vd. que vuela de nuevo á Nueva Orleans? Los partidarios del Gral. van á dar de cabezas en este paradero fatal, se les ese el corazon á los pies i toda esperanza de libertar la patria vuela al cielo.
Yo, si de algo vale mi opinion, ni estoy con los primeros, ni con los segundos. De su misma relacion de Vd., escrita por cierto con cierta amargura y sarcástico estilo que en verdad no crei tan preponderante en la pacifica Zeta [Jose Sánchez Yznaga], de su misma relación se deduce que el miedo, la insubordinacion, la perversidad i la ruindad de los héroes de Palo Alto no se despertaron sino horas despues del reembarque y fuga, cuando muchas municiones de guerra y boca se habian arrojado al agua, cuando escaseaba el combustible i cuando los cruceros españoles habían trasladado su vigilancia de la costa del Sur á la del Norte de Cuba. De modo que si el nuevo desembarque no hubiese presentado tantos inconvenientes y peligros, dudo mucho que esas malas pasiones de que Vd. hace pintura tan viva, hubieran tenido ocasion de mostrarse y tomar cuerpo. Y la consecuencia que yo saco es que la falta toda estuvo en la órden de reembarco que terminó en desastrosa derrota.
Yo, pobre lego en asuntos militares, veo en esa órden un grave error, riase mi Gran Pirata [López] cuanto quiera. Dícese que se dió porque se dijo que de la Habana habían despachado 3.000 hombres. Suponiendo que esto hubiese sido cierto í no una estratagema de guerra como lo fué, qué tiempo necesitaba toda esa gente para ponerse sobre Matanzas? 6 horas por lo menos. La noticia del desembarco de los piratas no llegó a la Habana, ni pudo llegar, hasta la noche del mismo día de modo, que sí los piratas en vez de perder tiempo en Cárdenas, envian espias á Matanzas y lo alistan todo para marchar sobre esta ciudad por la tarde del domingo hubieran averiguado que Falgueras venia contra ellos por Coliseo, que es el camino mas corto, que solo traía 350 hombres del Regimiento de Leon, entre los cuales debian contar los piratas con ardientes partidarios, i lo hubieran alcanzado i batido a medio camino, hubieran entrado en Matanzas á la mañana del lunes, duplicado las fuerzas, i esperado a Mirasol, que solo traia 500 hombres i que no estuvo sobre Alacranes hasta el dicho lunes por la tarde o el martes por la mañana. Batido Falgueras, que cometió el disparate de separarse tanto de Matanzas sin dejar en esta Ciudad reserva que lo siguiese y respaldase, de seguro se duplican las fuerzas de los piratas i la toma de Matanzas es segura i facil. Tomada Matanzas i triplicadas las fuerzas cree Vd. que Mirasol se hubiera salvado, é1 que se dirigia por Alacranes, Navajas, etc., a bajar á Cárdenas. De ningun modo. Es probable que el Pizarro no hubiera desembarcado en Cárdenas las cuatro compañias de granaderos, por perseguir al Creole i aunque los hubiese desembarcado, 200 hombres que eran los que las componian, no hubieran dado mucha ayuda á Mirasol, al cual se hubiera podido coger entre la Sabanilla i Bemba [Jovellanos], despachando 500 hombres por el camino de hierro á la Union [Unión de Reyes], i otros 500 por el camino de Hierro del Coliseo á Cimarrones. Batido también Mirasol la campaña estaba concluida, porque el levantamiento es general i las tropas se pronuncian.
Qué tal, don Pepe, digo algo? Me esplico? Yo no sé si porque está sobre el papel, todo esto me parece claro; pero aun cuando no lo sea para mi, porque soy tan lego en la materia, debió serlo para la esperiencia, habilidad i astucia del gefe de los piratas. Mas sea de ello lo que fuere, lo que no podrá negarse es, que en marchar aceleradamente sobre Matanzas, se iban a jugar cuatro probabilidades favorables contra seis adversas, i que reembarcándose para hacer otro desembarco, se iban á jugar dos contra veinte. De esta misma opinion fue la prensa entendida de estos Estados cuando el Ohio trajo la nueva del desembarco en Cárdenas i que el General el mismo dia 19 estaba a medio camino de Matanzas. Momento hubo en que todo este gran pueblo, suspenso A la nueva de ese atrevido movimiento, esperó por instantes, por horas i dias, que lo llevase á feliz remate para coronar la frente del gefe que lo dirigia con la corona de los grandes capitanes, Vana esperanza. La siguiente nueva nos lo presentó fugitivo, derrotado, perseguido como pirata, i hecho el blanco de las órdenes de un gobierno que lo presentará ante los tribunales como un turbador de la tranquilidad pública i nada mas...
Ahora, amigo mio, aqui entre nos la misma mordacidad i aun saña que Vd. emplea para hablar de la conducta de las tropas, leo, como al travez [sic] de un cristal el empeño amistoso que Vd. pone en disculpar la falta grande del gefe:-la órden de reembarco. Pero ante quien se propone Vd. disculpar al gefe? Ante D. Aniceto, ante O'Sullivan, ante mí, o ante los demas cubanos á quienes Vd. debía suponer que D. Aniceto enseñaria la carta? Ante los demas cubanos puede que su carta haya logrado disculpar al Gefe, pero ante D. Aniceto i particularmente ante mi, ya Vd. ha visto que he hallado la falta por el empeño que V. pone en ocultarla.
Pero a Vd. no se le ocurrió que pintando con tan negros colores á los caballeros espedicionarios, esta pintura debia causar mas mal que bien. Vd. dirá q. no la escribió para todos los cubanos, í que si producia mal no era más que entre pocos y nuestros. Sin embargo, Vd. debió considerar que D. Aniceto debia enseñarla como la enseñó á muchos i que aun le ocurrió ublicarla i que aun no se si al fin lo dió copia a un periodico, después de quitarle los pasages mas satiricos i duros.
Ademas, desconfiaba el de que seria socorrido á tiempo i de que se procuraria dividir la atención de las tropas del gobierno? Si temía tanto esponerse a una derrota con tropas bizoñas é indisciplinadas, por que no rehuyó el combate i se internó hacia Pijuan amenazando á Villaclara por el camino del Júcaro? En mi opinion, todo debió haberlo intentado antes de reembarcarse. Porque del reembarco para caer sobre otro punto, por ejemplo sobre la Mulata ó Mantua que Vd. indica, suponiendo que hubiesen escapado tan felizmente como la vez primera, que lo dudo mucho, de los cruceros españoles, todavia el probar fortuna en una region de la isla la menos poblada, la mas pobre y salvage, porque ni caminos hai, aun cuando no fuesen molestados por diez [debió decir días], que es lo que necesitaban para llegar á Pinar del Rio donde hai alguna gente i donde podian haberle aumentado las fuerzas, no lograban siquiera fatigar las tropas del gobierno, pues por el ferrocarril las hubiera mandado á Batabanó i de alli transportado en buques á la ensenada de Cortés i á las bocas de los rios, por donde los hubieran sitiado i acorralado entre la costa i las áridas montañas, ó los hubieran rodeado ó destruido oscura é ignominiosamente. Para este fin desastroso valió mejor la retirada á Cayo Hueso al fin la sabiduria ó la torpeza de la medida ha quedado en duda para los que no conocen las localidades. Nunca pudo ocurrirseme que el Gral. pensase en ese punto para base de sus operaciones, ni siquiera para disciplinar sus tropas i molestar con largas marchas á las del gobierno, porque además de las razones sentadas arriba, era llamar la guerra a un estremo de la isla, de donde una vez metido no podia tocar retirada en caso de apuro grande...