6 de septiembre de 1848
¿Quien le ha dicho á Ud. que yo supongo traidor a ninguna de las personas con quienes ustedes quisieron que me comunicase aquí? Las palabras y el espíritu de mi carta de donde Ud. ha sacado tan violentamente esa idea no manifestarán mas a ninguna vista, sino mi deseo de hacer conocer a Uds., que están alucinados con todos ellos, y que si de algo pueden. servir en las actuales circunstancias, será solo de perjuicio, puesto que un horroroso perjuicio es perder el tiempo con las ilusiones que ellos alimentan desatendiéndose los medios ciertos de llegar al objeto deseado, que por más que aparezcan débiles é inseguros, al cabo son realizables, y es esto lo que reclama aquel objeto por momentos y á gritos tan atronadores que solo podrán dejar de ser oidos por los cubanos criminalmente cobardes, o por aquellos, aún mas criminales todavía, que antepongan su interés al de la esclavizada patria.. .
Uds. han comprendido muy bien mi proyecto contando con 50.000 ps.; pero yo no puedo comprender como es que Uds. pueden asimilarlo al que concebí en esa y les comuniqué. Es posible que no encuentren Uds. más que una corta diferencia entre levantarse contra sus opresores un número de esclavos, ó que sean ayudados estos por otro número, cualquiera que fuese, de hombres libres, profesores en el arte y que hayan partido con tan glorioso fin de un país libre y poderoso... piense un poquito paisano... siga leyendo que yo lo considero dispuesto a ser indulgente conmigo, pues debo continuar hablándole con la mayor franqueza para que en ningún tiempo haya lugar a dirigirnos cargo alguno.
Siento tener que destruir, no que rectificar, el artículo de su carta que comienza "Cuando nos comunicó ud. su plan, digimos a ud. que tomaríamos en él parte activa si contábamos con el apoyo eficaz etc." Paisanito, si ha seguido ud. proporcionalmente perdiendo memoria, ud. debe ser en este momento un hombre perdido para los negocios; uds. se adhirieron a mi proyecto de anecsión, con fervor y de un modo absoluto, tomando en seguida parte activa en el, con solo la condición de que yo no me moviese hasta Agosto, pues que contando uds. con algún apoyo de parte de este gobierno y país, con tal esperanza era seguro el éxito, pero dejándome sin embargo, dos casos o circunstancias en que podría precipitar mi movimiento. En que se parece esto a su citado articulo? Paisano, despues que le leí confieso á ud. que se me heló la sangre... Uds. seguramente quieren lo que yo y todo buen patriota, esto es, la anecsión de la isla a estos Estados, no solo para que deje de ser esclava, sino para que sea sólida, y permanente su libertad é infinita su felicidad. En esto ciertamente no hay cuestión. Pero nos hemos de conformar con solo el pensamiento y el deseo, ó hemos de emprender arriba al fin apetecido? En esto es que sin duda diferimos, y diferimos desde que comuniqué á uds. mi proyecto, que por mas que vaya ud. perdiendo memoria, no creo deje de recordar lo que batallé porque no esperásemos ni un día mas de los que yo necesitase para realizar el pronunciamiento después de mí llegada á Cienfuegos: si tal hubiera sucedido (y esto no lo tome por reconvención; es solo el desahogo de un hombre que ha perdido su mas halagueño plan) yo no estaría aquí, sino á la cabeza del país levantado ya en conquista de su libertad, aglomerando en é1 elementos y recibiéndoles de este gran pueblo, para llegar á ser ciertamente el mas bello y poderoso de sus estados. Vuelvo á la diferencia: uds. no ven ó no quieren mas que un medio para llegar al fin, y yo veo varios, y quiero cuantos vea, y pueda percibir...
Narciso López