Cineasta cubano tenía otra versión de la cinta sobre Castro
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
La polémica película sobre el gobernante Fidel Castro recién transmitida por la televisión habría corrido otra suerte si sus productores hubieran aceptado una versión ``menos balanceada'' de la historia cubana contemporánea, según un cineasta que estuvo involucrado en la primera fase del proyecto.
Al menos el trágico hundimiento del Remolcador 13 de Marzo, ocurrido el 13 de julio de 1994 frente al litoral habanero, habría sido un hilo conductor de la trama, mientras que otros conflictivos acontecimientos de los 43 años de revolución castrista tendrían espacio en la realización, finalmente dirigida por el británico David Attwood.
``Hice un guión fuerte, pero le cogieron miedo y de lo que yo escribí nada apareció ahora en la pantalla'', declaró el cineasta cubanoamericano León Ichaso, quien recibió una oferta de Showtime en 1998 para dirigir la producción. ``Ellos [los productores ejecutivos] se negaban a creer los hechos de la tragedia cubana''.
Ichaso, de 53 años, comenzó a trabajar en el proyecto biográfico sobre Castro poco después de terminar su largometraje Azúcar amarga (1996). En su versión de Fidel, un personaje llamado Gualberto era el conductor de la narración y terminaba preparando la expedición del Remolcador 13 de Marzo, donde fallecía junto a su hijo menor.
``Terminé retirando mis créditos del proyecto'', relató ayer Ichaso desde Puerto Rico. ``Querían un guión `equilibrado', y para mí resultó nauseabundo tener que convencer, persona a persona, de que el principal factor contra Fidel Castro era la propia historia''.
Joan Boorstein, vicepresidenta de Showtime, aseguró que
su compañía trató de hacer ``la realización
más imparcial que se ha hecho hasta ahora'' del gobernante
cubano, y destacó que una de las frases promocionales
de la película es Luchó por la libertad, se conformó
con el poder.
Fidel --título de la miniserie de ficción de cuatro
horas realizada a un costo de $12 millones-- fue transmitida en dos capítulos
el domingo y el lunes por la cadena de
televisión por cable Showtime, desatando un oleaje de
controversias entre los exiliados cubanos.
El guión, atribuido a Stephen Tolkin, se sustenta en los libros biográficos El príncipe de la guerrilla, de la periodista Georgie Anne Geyer, y Fidel Castro, de Robert Quirk.
Attwood dijo estar consciente de las aristas polémicas del filme, pero indicó que espera contribuir a la reflexión de los espectadores.
``Una de las preguntas que hacemos [con Fidel] es si el poder corrompe y si es posible producir esa cantidad de cambios sociales tan rápidamente sin evitar que todo se destroce'', señaló.
Alina Fernández Revuelta, fruto de una relación extramatrimonial entre Castro y Natalia Revuelta, señaló que lo que prevalece en la película es ``la edulcorada visión del idealista obstinado'' de ciertos sectores en EU.
``Es una ignorancia conveniente'', agregó Ichaso. ``Tal vez sea que el infierno está de moda''.
© 2002 El Nuevo Herald