Hija de Castro pierde la esperanza en la transición
Agence France Presse
Alina Fernández, hija natural del gobernante cubano Fidel Castro, e instalada desde esta semana en Miami, afirmó el viernes ``haber perdido la esperanza de que él haga una transición'' política en la isla.
En conversación telefónica con la AFP, Alina --residente hasta hace pocos días en Madrid--, aseguró haberse hecho ``más crítica y escéptica'' ante Castro, ``con el paso de los años y la perspectiva'' de vivir en el exterior.
``Fidel es astuto, pero emocionalmente con problemas'', dice Fernández,
que dejó la isla en 1993, con un falso pasaporte español
y una peluca para dificultar su
identificación. Alina es hija de Natalia Revuelta, que
aún vive en Cuba, y que mantuvo una relación con el presidente
cubano.
La última vez que Alina vió a su padre en Cuba ``yo
tenía poco más de 20 años'', dice. ``Con él,
era imposible mantener una relación personal normal, por sus
ocupaciones y deberes peculiares. Era una relación esporádica,
y el ritmo (de la relación) lo ponía él'', cuenta.
Considerada como una dura crítica del régimen de Fidel Castro, Alina opina sin embargo que ``no todo es negativo'' en la trayectoria de su padre. ``La revolución tuvo un renombre, la salud pública y el deporte, pero poco más'', dice.
Alina, que se abstuvo de precisar su edad, tiene una medio hermana
que también vive en Miami desde hace dos años. Francisca
es producto de una fugaz relación
amorosa del gobernante cubano en 1952. ``No sé si ella
tendrá interés en verme. Ella vive medio escondida'', explica.
``Según mis conocimientos, Fidel tiene en total ocho hijos, incluida yo'' asegura.
Alina Fernández eligió venir a Miami porque ``es donde hay más cubanos, y porque estoy a sólo 90 millas de Cuba''.
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