Una confrontación televisiva a mano limpia
DANIEL SHOER ROTH
El Nuevo Herald
En la televisión hispana de Miami se está desatando una confrontación a mano limpia.
Dos estaciones locales están enfrascadas en una feroz contienda por la primacía de la opinión pública en el horario estelar, y para lograrla han apelado a todos los recursos posibles, incluso a ciertas tácticas que andan ``levantando roncha''.
Consulte las mediciones de audiencia y comprenderá las razones de la disputa. Con formatos de información y debate, ambos programas transmitidos a las 8 p.m. por América TeVe canal 41 y WDLP canal 22, le han ido erosionando la audiencia a las cadenas hispanas nacionales en Miami, especialmente a Telemundo, un logro sin precedente en esta industria dominada durante décadas por dos conglomerados.
Los protagonistas del duelo televisivo --que ha incluido hasta amenazas de demanda y acusaciones de robarse invitados--, son los periodistas María Elvira Salazar, conductora de María Elvira Confronta en el 22, y Oscar Haza, presentador de A Mano Limpia por el 41.
Uno de los episodios más recientes de rivalidad derivó de la sorpresiva presencia en Miami hace dos semanas del líder de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo. Al enterarse, los productores de Haza confirmaron una entrevista con el activista, la cual no se concretó ya que dos días después Gutiérrez Menoyo les comunicó que comparecería ante Salazar, lo que enfureció a miembros del equipo de Haza, según un allegado del visitante.
Eso no es todo. El año pasado, tras la victoria de los Marlins en la Serie Mundial, se produjo otra trifulca por la cual Salazar sigue exigiendo disculpas. Ambos aseguran haber tenido como invitados a los peloteros Alex González y Miguel Cabrera, quienes se presentaron en el programa de Salazar. Esa misma noche, Haza acusó en el aire a la competencia de haberle quitado a los participantes, relató la periodista en una entrevista con El Nuevo Herald.
Aunque de carácter anecdótico, estos incidentes entre otros, ponen de relieve la tensión que existe entre ambos programas y sus moderadores, la cual se ha hecho evidente entre los mismos panelistas, quienes dan testimonio de la animosidad periodística. A algunos invitados les han insinuado que si participan en un programa, no los quieren en el otro.
''Es la primera vez que ocurre algo así en el sur de la Florida con este tipo de programas. Pero en este caso, está levantando ronchas'', afirmó Gustavo Godoy, un experto en televisión hispana que dirige la revista Vista y conoce de cerca los dos segmentos. ``Esto demuestra que éste es un mercado que está evolucionando y también creciendo''.
Tanto Haza como Salazar sostienen que su rivalidad es netamente profesional y no de carácter personal. De hecho, ambos se desestiman como competencia y argumentan que su real contrincante es Telemundo, la segunda cadena después de Univisión. Pero de sus declaraciones se desprende otra realidad.
''La competencia es bienvenida, lo que no es bienvenido es que me ofendan en el aire por haber tenido la habilidad de conseguir a los peloteros 24 horas después de que ganaran la Serie'', exclamó Salazar. ``Me he sentido ofendida. Si logré entrevistar a Fidel Castro y logré armar el debate entre Alarcón y Mas Canosa, no tengo que robarme nada''.
''No me siento molesto'', aseguró por su parte Haza. ``Al final de la noche, los ratings siguen conmigo''.
El horario de las 8 p.m. en la pantalla chica hispana se ha transformado en uno de los más competitivos de la historia del sur de la Florida, gracias a una serie de incipientes estaciones --de señal abierta y por cable-- que comienzan a disputarle el mando a Univisión y Telemundo. Los programas de Haza y Salazar son ejemplos de esa tendencia.
''Es una erosión de audiencia para los canales tradicionales, pero solamente en un espacio limitado'', explicó Godoy. ``Lo que pasa es que esa hora es primordial''.
En las mediciones de sintonía de febrero pasado, en el espacio de las 8 p.m., el canal 41 --que este año celebra su quinto aniversario-- superó a la filial de Telemundo WSCV canal 51. En mayo, este último retomó el segundo lugar con 8 por ciento de los espectadores entre las estaciones en español e inglés. A Mano Limpia obtuvo 4 por ciento, según el índice Nielsen, y María Elvira Confronta 2 por ciento. El líder fue Univisión canal 23 con 14 puntos.
Los orígenes de la riña datan desde que el 41 contrató el año pasado a Haza para conducir un segmento televisivo que había dejado vacante Salazar, quien tras una exitosa labor en América TeVe, abandonó la compañía por WDLP --fundada hace menos de un año-- al ser seducida por un contrato más atractivo.
Durante su estancia en el 41, Salazar obtuvo excelentes resultados de sintonía, pero desde que se trasladó al 22, el espacio que ella ocupó ha conseguido mayor audiencia del que ella tiene. ''Yo soy la fundadora de este formato'', declaró, ``y estoy segura que en el 22 lograré lo mismo que hice en el 41. Pero toma tiempo''.
Tanto Salazar como Haza trabajan para WQBA, un canal de radio de Univisión en el que sus programas solían estar en horarios contiguos. Fuentes dentro de la estación dicen que la tensión entre ambos conllevó a que la emisora distanciara los dos segmentos radiales.
Haza, por su parte, asegura que él introdujo su propio estilo de programa, el cual ha sido imitado por sus contrincantes, dijo. ''Es algo normal que sucede en todos los mercados'', subrayó, en referencia a la fuerte competencia. ``Cuando hay un hecho noticioso, todo el mundo quiere estar allí, obtener las entrevistas primero''.
Es ahí, precisamente, donde radica el problema. En un mercado que está limitado por el idioma y los temas, las personalidades invitadas no son suficientes para satisfacer las necesidades de ambos programas todos los días, explicó el activista y académico Bernardo Benes, quien ha sido invitado por los dos periodistas.
''Eso crea una disputa por la misma gente, es lógico, porque a veces les toca tratar los mismos temas'', concluyó Benes. ``Pero como los dos son personas muy enérgicas, cada uno defiende muy bien su posición''.