Sopesan permitirle a Coffey defender a activista cubano
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
En una estrategia legal de última hora, el Departamento
de Justicia considerará si permite al ex fiscal federal Kendall
Coffey asumir la defensa del activista
Ramón Saúl Sánchez, acusado de entrar ilegalmente
en aguas limítrofes de Cuba junto a otros dos miembros del Movimiento
Democracia.
En una audiencia de emergencia celebrada ayer en Miami, el juez
federal Norman C. Roettger decidió posponer el juicio hasta el 6
de mayo, y dilucidar a
partir del próximo miércoles un grupo de recientes
mociones presentadas por la fiscalía.
De acuerdo con la representación fiscal, la decisión
sobre Coffey se halla actualmente en manos del subsecretario de Justicia,
Larry D. Thompson, quien
determinará sobre un presunto conflicto de intereses
en la defensa del caso.
Coffey fungía como fiscal jefe del distrito de Miami en
1996, cuando el presidente Bill Clinton emitió el decreto 6867 proclamando
la ''zona de seguridad de la
Florida'' tras el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate
por aviones Migs del régimen cubano. La proclamación presidencial
fue ratificada por
George W. Bush a comienzos del pasado año.
''Quieren quitarnos a última hora el corazón de
la defensa'', dijo Sánchez al término de la audiencia, acompañado
por el abogado Ben Kuehne. Coffey no
estuvo presente en la sala.
Sánchez indicó que Coffey envió inmediatamente
una apelación por escrito a Washington, luego de ser advertido el
jueves sobre la presunta disyuntiva
ética.
Los abogados de la defensa declinaron hacer comentarios en virtud de una orden de silencio emitida por el juez.
Las mociones presentadas el jueves por la fiscalía tratan
de asegurar que el proceso se centre en la violación del decreto
presidencial, al margen de
referencias inherentes a asuntos de inconstitucionalidad y a
la situación política de Cuba.
Sánchez, de 47 años; Alberto Pérez, de 58,
y Pablo Rodríguez, de 48, fueron arrestados y encausados el pasado
año por penetrar ilegalmente en aguas
territoriales cubanas. Los tres participaban en una flotilla
del Movimiento Democracia para rendir homenaje a las víctimas del
remolcador 13 de Marzo.
El caso marca la primera vez que se produce un encausamiento
por desacato al decreto presidencial 6867. De ser hallados culpables, los
procesados
podrían recibir condenas de hasta 10 años de cárcel
y multas de $20,000 per cápita.
Aunque el equipo de abogados de la defensa está trabajando
gratuitamente, la celebración del juicio en un tribunal de Cayo
Hueso implicará cuantiosos
gastos de hospedaje y alimentación, por lo que el Movimiento
Democracia está exhortando a la comunidad cubanoamericana a realizar
donativos para
enfrentar el costo del proceso.