Diario cubano publica muerte de Mas Canosa
PABLO ALFONSO
Redactor de El Nuevo Herald
Medios cubanos de prensa reaccionaron el lunes al fallecimiento de Jorge Mas Canosa, presidente de la Junta de Directores de la Fundación Nacional Cubano Americana, calificándolo de "connotado contrarrevolucionario'' y "cabecilla de los grupos de la extrema derecha de Miami y promotor de acciones anticubanas''.
"Con una fortuna de oscuro origen, era considerado uno de los 10 hispanos más ricos en Estados Unidos. Se hizo ciudadano de ese país y soñaba con restablecer el dominio imperialista en Cuba, con cuyo fin creó a principios de la década del 80 la denominada Fundación Nacional Cubano Americana'', dijo el semanario Trabajadores, único diario que se publica el lunes nacionalmente en la isla.
Las autoridades castristas, que no han dado a conocer ninguna reacción oficial sobre la muerte de Mas Canosa, han considerado desde siempre a la Fundación como su más acérrimo enemigo. Bajo su liderazgo, la Fundación logró que Estados Unidos aprobara la creación de Radio y TV Martí, y de leyes que endurecen el embargo norteamericano contra Cuba.
Recientemente, el régimen castrista ha acusado a la Fundación, aunque sin aportar pruebas concretas, de auspiciar actividades terroristas dentro de la isla y organizar atentados contra sus máximas figuras.
La noticia de su muerte fue conocida en la noche del domingo en La Habana por medio de emisoras locales de Miami y de Radio Martí. El lunes, el órgano oficial de la Central de Trabajadores de Cuba, Trabajadores, reprodujo un despacho de Prensa Latina de seis párrafos fechado en Washington el día antes, informando de la muerte del líder exiliado cubano.
Trabajadores publicó también un artículo titulado, "El terrorista que siempre existió'', firmado por el diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Lázaro Barredo Medina, quien involucra al presidente de la Fundación, José Hernández, en acciones contra la isla. Barredo es autor de una biografía de Mas Canosa, impresa en la isla, pero nunca vendida a la población.
El artículo calificó a Hernández como "un elefante en una cristalería'', y señaló que fue él quien alentó los anuncios pagados en medios de prensa de Miami, a raíz de las bombas que explotaron en varios hoteles de La Habana, y en los cuales la Fundación reclamaba la "ineludible obligación de acudir en ayuda'' de los autores de los atentados "sin reparos ni limitaciones''.
En declaraciones formuladas a agencias internacionales de prensa en La Habana, Barredo dijo que la muerte de Mas Canosa significa la pérdida de "un eslabón'' de la política de Estados Unidos hacia Cuba, pero no su fin.
"Ha muerto un hombre, pero eso no quiere decir que se modifique en nada la situación con respecto a Cuba. El problema de Cuba no son los grupos contrarrevolucionarios en Estados Unidos, es el gobierno de Estados Unidos'', subrayó.
Barredo, coautor del libro El chairman soy yo, un texto biográfico publicado en la isla para desacreditar al líder de la Fundación, añadió que la "ultraderecha en Estados Unidos indudablemente ha perdido a una de las figuras de más jalón contra la revolución cubana en los últimos 20 años''.
Por su parte Lázaro Luis González, investigador del Centro de Estudios sobre Estados Unidos (CESEU), coincidió con Barredo señalando que "la muerte de Mas Canosa no hará cambiar las posiciones del sector más extremista respecto a Cuba''.
A su vez, uno de los subdirectores del diario oficial Granma, Gustavo Robreño, comentó que "con la muerte de Mas, la Fundación se queda sin liderazgo político. Puede que en Miami su muerte haya causado mayor satisfacción que a sus enemigos en Cuba''.
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